de los hombres con tu mano, oh Jehová! de los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro. Hartan a sus hijos, y dejan el resto a los chiquitos de éstos.
Mateo 19:22 - Biblia Version Moderna (1929) Mas cuando el mancebo oyó esta palabra, se fué triste; porque tenía grandes posesiones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el joven oyó esta respuesta, se marchó triste, porque era un gran terrateniente. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al oír el joven la palabra, se fue entristecido, porque era de los que tienen° muchas posesiones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando el joven oyó [estas] palabras se fue, lleno de tristeza, pues poseía muchos bienes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. |
de los hombres con tu mano, oh Jehová! de los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro. Hartan a sus hijos, y dejan el resto a los chiquitos de éstos.
Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo mío, y oyen tus palabras; mas no las ponen por obra; porque con su boca manifiestan mucho amor; pero su corazón va tras de su lucro.
Y el que fue sembrado entre espinos, es aquel que oye la palabra; mas el afán del siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y viene a quedar sin fruto.
Y entristecióse el rey: pero a causa de sus juramentos, y de los que le acompañaban en la mesa, mandó dársela.
Porque ¿qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo, mas perdiere su alma? o, una vez perdida, ¿qué rescate dará el hombre por su alma?
Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, véte, vende cuanto tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Jesús entonces dijo asus discípulos: En verdad os digo que el rico difícilmente entrará en el reino de los cielos.
Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o será adicto al uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
Mas se demudó su semblante al oír esta palabra, y se fué triste; porque tenía grandes posesiones.
Y el rey se puso muy triste; mas a causa de sus juramentos, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso rechazarla.
En verdad, en verdad os digo, que vosotros lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se regocijará: vosotros estaréis tristes, pero vuestro dolor se convertirá en gozo.
Porque esto lo sabéis con certeza, que ningún fornicario, ni persona impúdica, u hombre avaro, el cual es idólatra, tiene herencia alguna en el reino de Cristo y de Dios.
¶Haced morir pues vuestros miembros que están sobre la tierra a saber: fornicación, inmundicia, pasiones desordenadas, malos deseos, y avaricia, la cual es idolatría;