Y ACONTECIÓ, después de estas cosas, que le fué dicho a José: He aquí tu padre está enfermo; y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraim.
Mateo 19:13 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Entonces le fueron traídos unos niñitos, para que pusiese las manos sobre ellos y orase: pero los discípulos reprendieron a los que los presentaban. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces trajeron a Jesús algunos niños para que les impusiera las manos y rezara por ellos. Pero los discípulos los recibían muy mal. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces le fueron llevados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara, y los discípulos los reprendieron.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le presentaron unos niños para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos los reprendieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. |
Y ACONTECIÓ, después de estas cosas, que le fué dicho a José: He aquí tu padre está enfermo; y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraim.
y les daré un mismo corazón y un solo camino, a fin de que me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos;
Y Pedro, tomándole aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: ¡Ten piedad de ti, Señor! de ninguna manera esto te ha de acontecer.
Pues eunucos hay que nacieron así desde el seno de sus madres; y eunucos hay que fueron hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos. El que puede recibirlo, recíbalo.
Y la gente los reprendía para que callasen. Mas ellos clamaban con mayor vehemencia: ¡Ten piedad de nosotros, oh Señor, Hijo de David!
Pues para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos de él, a cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
Porque el marido no creyente es santificado en su mujer, y la mujer no creyente es santificada en su marido: de otra suerte vuestros hijos serían inmundos; mas ahora son santos.
Entonces, después que le hubo destetado, le hizo subir consigo, llevando también tres novillos, y un efa de flor de harina, y un cuero de vino; y le trajo a la Casa de Jehová en Silo: y el niño era de tierna edad.