Y él respondió: Sea ahora conforme a vuestras palabras: aquel con quien fuere hallada será mi siervo; mas vosotros quedaréis disculpados.
Mateo 18:24 - Biblia Version Moderna (1929) Y cuando comenzó a arreglarlas, le fué presentado uno que le debía diez mil talentos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Biblia Nueva Traducción Viviente En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando comenzó a arreglarlas, le fue presentado uno que debía diez mil talentos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando comenzó a saldarlas, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzando a hacer cuentas, le fue traído uno que le debía diez mil talentos. |
Y él respondió: Sea ahora conforme a vuestras palabras: aquel con quien fuere hallada será mi siervo; mas vosotros quedaréis disculpados.
y dieron para la obra de la Casa de Dios, cinco mil talentos de oro, con diez mil dáricos, y diez mil talentos de plata, y diez y ocho mil talentos de bronce, y cien mil talentos de hierro.
le dije: ¡Oh Dios mío, yo me avergüenzo, y muy lleno de confusión estoy para poder levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han aumentado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo!
Porque mis iniquidades han pasado sobre mi cabeza; como una carga pesada se han agravado sobre mí.
Porque me han cercado males sin número: me han sobrecogido mis iniquidades, de manera que no puedo ver: hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza; por tanto se me desfallece el corazón.
Por tanto el reino de los cielos es semejante a cierto rey, que quiso arreglar cuentas con sus siervos.
Y no teniendo con qué pagar, su señor mandó venderle a él, y a su mujer e hijos, y todo cuanto tenía, y hacerse el pago.
dando a uno cinco talentos, a otro dos, y a otro uno; a cada uno conforme a su capacidad; y luego partió.
Entonces el que había recibido los cinco talentos, fué y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Presentándose, pues, el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí, he ganado, además de ellos, otros cinco talentos.
También el que había recibido los dos talentos, presentóse, y dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí, he ganado, además de ellos, otros dos talentos.
Pero llegándose también el que había recibido un solo talento, dijo: Señor, yo te conocía que eres hombre exigente, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste;
O aquellos diez y ocho, sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató ¿pensáis que ellos eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalem?
Y llamando a sí a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes tú a mi señor?
Luego dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien coros de trigo. Dijo a éste: Toma tu obligación, y escribe ochenta.