Y cuando vió José a sus hermanos, los conoció, mas se hizo extraño para con ellos, y les habló con dureza, diciéndoles: ¿De dónde habéis venido? Y ellos respondieron: De la tierra de Canaán, a comprar alimentos.
Mateo 15:23 - Biblia Version Moderna (1929) Mas él no le respondió palabra: y viniendo sus discípulos le rogaron, diciendo: Despáchala, porque grita en pos de nosotros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya —dijeron—. Nos está molestando con sus súplicas». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: 'Atiéndela, mira cómo grita detrás de nosotros. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Él no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Despídela, que grita detrás de nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él no le respondió palabra. Y sus discípulos, acercándose a él, le suplicaban: 'Atiéndela; que viene gritando detrás de nosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Él no le respondió palabra. Y sus discípulos vinieron y le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. |
Y cuando vió José a sus hermanos, los conoció, mas se hizo extraño para con ellos, y les habló con dureza, diciéndoles: ¿De dónde habéis venido? Y ellos respondieron: De la tierra de Canaán, a comprar alimentos.
¡A TI, Jehová, clamaré! ¡Roca mía, no guardes silencio conmigo; no sea que estando tú callado conmigo, yo venga a ser como los que bajan al hoyo!
Más aún, cuando clamo y pido auxilio, él mismo excluye de su presencia mi oración.
Y cuando era la tarde, los discípulos vinieron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya ha pasado; despide las gentes, para que se vayan a las aldeas y compren para sí alimentos.
Y he aquí que una mujer cananea, de aquellasregiones, saliendo al camino, clamaba, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija está gravemente atormentada de un demonio!
Mas él respondiendo, les dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Y te acordarás de todo el camino por donde te hizo andar Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto a fin de humillarte y de probarte, para saber lo que había en tu corazón y si guardarías sus mandamientos o no.