¡CUANDO clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia! En la angustia, tú me has dado ensanche; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Mateo 15:22 - Biblia Version Moderna (1929) Y he aquí que una mujer cananea, de aquellasregiones, saliendo al camino, clamaba, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija está gravemente atormentada de un demonio! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Biblia Nueva Traducción Viviente Una mujer de los gentiles, que vivía allí, se le acercó y le rogó: «¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente». Biblia Católica (Latinoamericana) Una mujer cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: '¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está atormentada por un demonio. La Biblia Textual 3a Edicion Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquellos confines, clamaba diciendo: ¡Ten compasión de mí, Señor, hijo de David!° Mi hija está horriblemente endemoniada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto, una mujer cananea, salida de aquellos contornos, le decía a gritos: '¡Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David! Mi hija está atrozmente atormentada por un demonio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí, mi hija es gravemente atormentada de un demonio. |
¡CUANDO clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia! En la angustia, tú me has dado ensanche; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Y la hija de Tiro estará allí con su presente; los más ricos de los pueblos suplicarán tu favor.
¡Ten misericordia de mí, oh Jehová, por que estoy debilitado! ¡sáname, Jehová, porque mis huesos se estremecen!
no a muchos pueblos de habla obscura ni de lengua difícil, cuyas palabras no puedas entender; que de seguro si a los tales te hubiera enviado, ellos te escucharan.
Mas él no le respondió palabra: y viniendo sus discípulos le rogaron, diciendo: Despáchala, porque grita en pos de nosotros.
¡Señor, ten piedad de mi hijo, porque es epiléptico, y padece gravemente; pues muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua:
Y su fama se extendió por toda la Siria; y traíanle todos los que estaban enfermos, atacados por diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y los lunáticos, y los paralíticos; y él los sanaba.
¶Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten piedad de nosotros, oh Hijo de David!
Mas el publicano, estando en pie allá lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo; sino que se daba golpes de pecho, diciendo: ¡Dios, ten misericordia de mí, pecador!