No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.
Mateo 14:9 - Biblia Version Moderna (1929) Y entristecióse el rey: pero a causa de sus juramentos, y de los que le acompañaban en la mesa, mandó dársela. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey se arrepintió de lo que había dicho; pero debido al juramento que había hecho delante de sus invitados, dio las órdenes necesarias. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey se sintió muy molesto, porque se había comprometido bajo juramento en presencia de los invitados; aceptó entregársela, La Biblia Textual 3a Edicion Y se entristeció el rey, pero a causa del juramento y de los comensales que estaban allí, ordenó que se la dieran.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey se puso muy triste; pero por haberlo jurado, y por los comensales, ordenó que se la dieran, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey se entristeció, mas por causa del juramento, y de los que estaban sentados con él a la mesa, mandó que se le diese, |
No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.
Así habla Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres no sólo hablasteis con vuestra boca, sino que con vuestra mano disteis efecto a ello, diciendo: Sin falta cumpliremos nuestros votos que hemos hecho de quemar incienso a la reina del cielo, y de derramar libaciones a ella. Pues bien, confirmad escrupulosamente vuestros votos, y cumplid puntualmente vuestros votos;
Y queriendo él matarle, temía al pueblo; porque todos tenían a Juan por profeta.
Y ella, instigada por su madre, dijo: Dame aquí, en un trinchero, la cabeza de Juan el Bautista.
¶Y oyó de ello el rey Herodes (porque el nombre de Jesús se había hecho manifiesto) y decía: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso poderes milagrosos obran en él.
porque Herodes temía a Juan, conociendo que era hombre justo y santo, y miraba por su seguridad; y cuando le oía, hacía muchas cosas, y le escuchaba con gusto.
Y el rey se puso muy triste; mas a causa de sus juramentos, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso rechazarla.
Mas él les dijo: Id y decid a aquella zorra: He aquí que echo fuera demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y el tercer día soy hecho perfecto.
Y sucedió que al fin de los dos meses, ella volvió a su padre, el cual cumplió con ella el voto que había hecho: y ella nunca conoció varón. Y se hizo costumbre en Israel
PERO los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a benjamita por mujer.
¶Empero los hombres de Israel estaban acongojados aquel día; porque Saúl había obligado al pueblo con juramento, diciendo: ¡Maldito aquel que gustare alimento hasta la tarde; para que yo tome venganza de mis enemigos! por lo cual no probó bocado ni uno del pueblo.
Entonces respondió uno del pueblo, y dijo: Tu padre juramentó estrechamente al pueblo, diciendo: ¡Maldito aquel que comiere pan hoy! Y ya estaba exhausto el pueblo.
¡Así haga Dios para con los enemigos de David, y más aún, si yo dejare sobrar de cuanto es de él, hasta la luz de la mañana, siquiera un perro!
Entonces le juró Saúl por Jehová, diciendo: ¡Vive Jehová! que no te sucederá mal alguno por esto.