¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
Mateo 14:8 - Biblia Version Moderna (1929) Y ella, instigada por su madre, dijo: Dame aquí, en un trinchero, la cabeza de Juan el Bautista. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Biblia Nueva Traducción Viviente Presionada por su madre, la joven dijo: «Quiero en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista». Biblia Católica (Latinoamericana) La joven, a instigación de su madre, le respondió: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella, instigada por su madre, dice: ¡Dame ahora mismo° la cabeza de Juan el Bautista en un trinchero!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, instigada por su madre, le dijo: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella, siendo instruida primero de su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. |
¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
pues había acontecido, cuando Jezabel iba extirpando a los profetas de Jehová, que Abdías tomó a cien profetas, y los escondió, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra; y los sustentó con pan y agua);
Por lo cual envió Jezabel un mensajero a Elías, diciendo: ¡Así hagan conmigo los dioses, y más aún, si mañana, como a estas horas, no pongo yo tu vida como la vida de cualquiera de ellos!
ENTONCES Atalia, madre de Ocozías, viendo que era muerto su hijo, levantóse y destruyó a toda la estirpe real.
Y esta es la cuenta de ellos: Treinta tazones de degüello, de oro; mil tazones de degüello, de plata; veinte y nueve cuchillos de degüello;
porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre.
Los hombres sanguinarios aborrecen al que es perfecto; y en cuanto a los rectos, procuran quitarles la vida.
Y era su oblación una fuente de plata, siendo su peso ciento treinta siclos, un tazón de plata de setenta siclos, según el ciclo del Santuario; ambos llenos de flor de harina mezclada con aceite, para ofrenda vegetal;
Él presentó como oblación suya una fuente de plata, siendo su peso ciento treinta siclos, un tazón de plata de setenta siclos, según el ciclo del Santuario; ambos llenos de flor de harina mezclada con aceite, para ofrenda vegetal;
Y fué traída la cabeza en un trinchero, y dada a la doncella; ella la llevó a su madre.
Y entristecióse el rey: pero a causa de sus juramentos, y de los que le acompañaban en la mesa, mandó dársela.
Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan el Bautista.
Ella, pues, al instante, entrando apresuradamente a donde estaba el rey, pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un trinchero la cabeza de Juan el Bautista.
y trayendo su cabeza en un trinchero, la dio a la doncella; y la doncella la dio a su madre.