Y sembró Isaac en aquella. tierra, y recogió aquel año ciento por uno; porque le bendijo Jehová.
Mateo 13:8 - Biblia Version Moderna (1929) Mas parte cayó en tierra buena, y dio fruto; cual de a ciento por uno, cual de a sesenta, y cual de a treinta. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. Biblia Nueva Traducción Viviente pero otras semillas cayeron en tierra fértil, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado! Biblia Católica (Latinoamericana) Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno. La Biblia Textual 3a Edicion Pero otras cayeron en tierra buena, y dieron fruto: una, ciertamente a ciento por uno,° otra a sesenta, y otra a treinta por uno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Otra parte cayó en tierra buena y dio fruto: una al ciento por uno, otra al sesenta, otra al treinta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas parte cayó en buena tierra y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. |
Y sembró Isaac en aquella. tierra, y recogió aquel año ciento por uno; porque le bendijo Jehová.
Pero el que fué sembrado en tierra buena, es aquel que oye y entiende la palabra, el que también da fruto, y lleva cual de a ciento por uno, cual de a sesenta, y cual de a treinta.
Y éstos son los que son sembrados en la tierra buena: los que oyen la palabra, y la aceptan; y dan fruto, a treinta por uno, a sesenta, y a ciento.
Mas otra parte cayó en tierra buena, y subiendo y creciendo, dio fruto; y llevó, uno a treinta por uno, otro a sesenta, y otro a ciento.
Mas la que cayó en tierra buena, son los que con corazón leal y bueno, habiendo oído la palabra, la retienen, y llevan fruto con paciencia.
Y otra parte cayó entierra buena; y creciendo, llevó fruto a ciento por uno. Al decir estas cosas, clamó: ¡El que tiene oídos para oír, oiga!
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; y así seréis discípulos míos.
Porque yo sé que no habita en mí, es decir, en mi carne, cosa buena: pues está presente conmigo el querer, (mas no el obrar lo que es bueno).
estando llenos de los frutos de justicia, que son por medio de Jesucristo, para gloría y loor de Dios.