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Mateo 13:44 - Biblia Version Moderna (1929)

¶El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el que un hombre halló, y lo encubrió, y por el gozo de su hallazgo, va, y vende todo cuanto tiene, y compra aquel campo.

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Biblia Reina Valera 1960

Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El° reino de los cielos es semejante a un tesoro° escondido en un campo, que al hallarlo un hombre, lo encubre, y por el gozo de ello,° va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encuentra y lo vuelve a esconder. Y se va lleno de alegría, vende cuanto tiene y compra el campo aquel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Además, el reino del cielo es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

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Mateo 13:44
29 Tagairtí Cros  

No conoce el mortal su precio, ni ella se halla en la tierra de los vivientes.


¡Cuánto más provechoso es ganar la sabiduría que el oro! y el adquirir entendimiento es mejor que la ganancia de plata.


¿Por qué se pone el precio en mano del insensato, para comprar la sabiduría, si no tiene buen sentido?


EL que se separa de Dios, busca su propio gusto, y disputa calurosamente contra toda sana razón.


Compra la verdad, y no la vendas; la sabiduría también, y la instrucción y la inteligencia.


¡TODOS los sedientos, venid a las aguas! aquel también que no tiene dinero; ¡venid, comprad y comed! ¡sí, venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche!


¶Otra parábola les propuso, diciendo:  El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo.


el cual habiendo hallado una solaperla de gran precio, fué, y vendió todo cuanto tenía, y la compró.


¶También, el reino de los cielos es semejante a una red que fué echada en la mar, y recogió toda clase de peces;


Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, véte, vende cuanto tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.


Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido, ¿qué pues tendremos nosotros?


Y todo aquel que dejare casas, ohermanos, o hermanas, o padre, o madre, omujer, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna.


porque en donde estuviere vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.


Así, pues, cada uno de vosotros que no renuncia a todo cuanto posee, no puede ser mi discípulo.


Díjoles Jesús: Yo soy el pan de la vida: el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca jamás tendrá sed.


Porque cuanto fué escrito anteriormente, para nuestra enseñanza fué escrito; para que por medio de la paciencia, y de la consolación de las Escrituras, nosotros tengamos esperanza.


en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.


Habite ricamente en vosotros la palabra de Cristo, con toda sabiduría; enseñandoos y amonestándoos los unos a los otros, con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones a Dios.


Porque no solamente os compadecisteis de los que estaban entre prisiones, sino que aceptasteis gozosamente la rapiña de vuestras posesiones, conociendo que tenéis para vosotros mismos, en el cielo, una posesión más excelente y duradera.


te aconsejo que compres de mí oro acrisolado en el fuego, para que seas rico; y ropas blancas, para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y colirio también, a fin de ungirte los ojos, para que veas.