El trigo de pan se machaca con el trillo: empero no para siempre lo seguirá trillando; y aunque lo esparza con la rueda de su carro, sin embargo no lo machaca con sus corceles.
Mateo 13:37 - Biblia Version Moderna (1929) Y él respondiendo, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —El Hijo del Hombre es el agricultor que siembra la buena semilla. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Él respondió y dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondiendo Él les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; |
El trigo de pan se machaca con el trillo: empero no para siempre lo seguirá trillando; y aunque lo esparza con la rueda de su carro, sin embargo no lo machaca con sus corceles.
El que recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
¶Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo.
Y viniendo los siervos del padre de familias, le dijeron: Señor, ¿no sembraste simiente buena en tu campo? ¿de dónde pues tiene cizaña?
Y como iba sembrando, parte de la semilla cayó a lo largo del camino; y vinieron las aves, y se la comieron.
Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y ellos recogerán de entre su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad;
Y Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donderecostar la cabeza.
El que oye a vosotros, a mí me oye; y el que a vosotros os desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí desecha al que me envió.
En verdad, en verdad os digo: El que recibe a quien yo enviare, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Jesús, pues, les dijo otra vez: Paz a vosotros. Así como el Padre me envió a mí, yo también os envío a vosotros.
mas recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y seréis mis testigos, así en Jerusalem como en toda la Judea y Samaria, y hasta los últimos confines de la tierra.
Porque no osaré hablar sino respecto de lo que ha obrado Cristo por mi medio, para traer a obediencia a los gentiles, por palabra y por obra,
HABIENDO Dios hablado en el antiguo tiempo a los padres, en diferentes ocasiones, y de diversas maneras, por los profetas,
¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? la cual, habiendo sido anunciada al principio por el Señor, nos ha sido confirmada por los que le oyeron a él;