¡EL hombre, el de mujer nacido, corto es de días, y harto de desventuras!
Mateo 11:11 - Biblia Version Moderna (1929) En verdad os digo, que entre los nacidos de mujer, no se ha levantado otro mayor que Juan Bautista: sin embargo el que es muy pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Biblia Nueva Traducción Viviente »Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista. Sin embargo, hasta la persona más insignificante en el reino del cielo es superior a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo se lo digo: de entre los hijos de mujer no se ha manifestado uno más grande que Juan Bautista, y sin embargo el más pequeño en el Reino de los Cielos es más que él. La Biblia Textual 3a Edicion De cierto os digo: Entre los nacidos de mujeres, no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista, pero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os lo aseguro: entre los nacidos de mujer, no ha surgido uno mayor que Juan el Bautista. Con todo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto os digo: Entre los nacidos de mujer jamás se levantó uno más grande que Juan el Bautista; pero el que es más pequeño en el reino del cielo, más grande es que él. |
¡EL hombre, el de mujer nacido, corto es de días, y harto de desventuras!
¿Qué es el hombre para que él sea limpio, y para que se justifique el de mujer nacido?
¿Cómo pues ha de ser justo el hombre delante de Dios? ¿o cómo será limpio el nacido de mujer?
También, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será septuplicada, como la luz de siete días; en el día en que vendare Jehová la contusión de su pueblo y sanare la llaga de su herida.
En aquel día Jehová será escudo a los habitantes de Jerusalem; y el más débil de entre ellos en aquel día será como David, y la casa de David, como Dios, como el Ángel de Jehová delante de ellos.
Éste es aquél de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero ante tu faz, que preparará tu camino delante de ti.
Y desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos es tomado a viva fuerza, y los valientes lo arrebatan.
EN aquellos días vino Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea,
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento; mas el que viene después de mí, más poderoso es que yo, cuyos zapatos no soy digno de llevarle: él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Por tanto cualquiera que quebrantare uno de estos más mínimos mandamientos, y enseñare a los hombres así, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos: mas cualquiera que los hiciere y enseñare, será llamado grande en el reino de los cielos.
porque será grande a la vista del Señor; no beberá vino ni licor fermentado; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre:
Yo os digo que entre los nacidos de mujer, ninguno hay mayor que Juan; sin embargo, el menor en el reino de Dios mayor es que él.
les dijo: Quien recibiere a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibiere a mí, recibe al que me envió. Porque aquel que es el menor entre todos vosotros, ése es grande.
Juan dió testimonio de él, y clamó, diciendo: Éste es aquel de quien yo decía: El que viene después de mí, se me ha adelantado; porque era antes que yo.
el mismo que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su zapato.
Y muchos vinieron a él; y decían: Juan en verdad no hizo milagro; pero todo cuanto decía Juan respecto de éste, fué verdad.
Él era una antorcha que ardía y resplandecía; y vosotros quisisteis alegraros por algún tiempo en su luz.
Esto empero lo dijo respecto del Espíritu, que los que creían en él habían de recibir; pues el Espíritu Santo no había sido dado todavía, por cuanto Jesús no había sido aún glorificado.
pues soy el menor de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios.
Si pues tuviereis pleitos respecto de las cosas de esta vida, poned por jueces a los que son de menos estimación en la iglesia.
en medio de los cuales también nosotros todos en un tiempo vivíamos, en las concupiscencias de nuestra carne, cumpliendo los deseos de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, así como los demás.
A mí, que soy el más ínfimo de todos los santos, ha sido dada esta gracia, el que predique entre las naciones las riquezas inescrutables de Cristo,
mas ha sido ahora manifestada por medio del aparecimiento de nuestro Salvador Cristo Jesús, el cual ha abolido la muerte, y ha sacado a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio;
habiendo Dios provisto para nosotros alguna cosa mejor; para que ellos no fuesen perfeccionados aparte de nosotros.
Respecto de la cual salvación, buscaron e inquirieron diligentemente los profetas, que profetizaron de la gracia que estaba reservada para vosotros:
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice así: Dije en verdad que tu casa, y la casa de tu padre andaría delante de mi rostro para siempre. Mas ahora, dice Jehová, ¡lejos sea esto de mí! porque a los que me honran yo los honraré, mas los que me desprecian serán tenidos en poco!