Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ésta te quebrará la cabeza, y tú le quebrarás el calcañar.
Mateo 10:36 - Biblia Version Moderna (1929) y los enemigos del hombre serán los de su misma casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y los enemigos del hombre serán los de su casa. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Sus enemigos estarán dentro de su propia casa!” . Biblia Católica (Latinoamericana) Cada cual verá a sus familiares volverse enemigos. La Biblia Textual 3a Edicion y los enemigos del hombre serán los de su casa.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y los enemigos del hombre son los de su propia casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los enemigos del hombre serán los de su propia casa. |
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ésta te quebrará la cabeza, y tú le quebrarás el calcañar.
Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí que mi mismo hijo, que salió de mis entrañas, va buscando mi vida; ¿pues qué mucho que lo haga así ahora este benjamita? Déjale que siga maldiciendo; porque se lo ha dicho Jehová.
Aun mi amigo familiar, en quien yo confiaba, el que comía de mi pan, ha levantado contra mí el calcañar.
Y yo incitaré a egipcios contra egipcios, y pelearán cada uno contra su hermano, y cada cual contra su compañero; ciudad contra ciudad, reino contra reino.
Porque hasta tus hermanos y la casa de tu padre, aun éstos se han portado engañosamente contigo; aun éstos te han acosado con gritos: no te fíes de ellos aun cuando te hablen palabras buenas.
Lo dije, porque oí la difamación de muchos, el terror andaba por todos lados, decían: ¡Decidnos algo contra él, y le denunciaremos! Todos mis amigos familiares están esperando mi caída. ¡Quizás, dicen, será engañado, y prevaleceremos contra él; y tomaremos nuestra venganza en él!
porque del hijo desprecia al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra la suegra; y los enemigos del hombre son los de su misma casa.
Y el hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los harán morir.
Dícele Pedro: ¡Nunca jamás tú me lavarás a mí los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
Y escuchaba Eliab, su hermano mayor, en tanto que él hablaba con aquellos hombres; y encendióse la ira de Eliab contra David; y le dijo ¿Para qué has descendido acá? y ¿con quién dejaste aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia, y la malicia de tu corazón; pues para ver la batalla has venido.