Y comeréis de ello en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; porque es vuestro sueldo, en recompensa de vuestro servicio en cuanto al Tabernáculo de Reunión.
Mateo 10:10 - Biblia Version Moderna (1929) ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de zapatos, ni de báculo: porque el trabajador es digno de su alimento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Biblia Nueva Traducción Viviente No lleven bolso de viaje con una muda de ropa ni con sandalias, ni siquiera lleven un bastón. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen que se les dé alimento. Biblia Católica (Latinoamericana) Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento. La Biblia Textual 3a Edicion ni de alforja para el camino ni de dos túnicas, ni de sandalias ni de bordón, porque digno es el obrero de su alimento.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; que el obrero merece su sustento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento. |
Y comeréis de ello en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; porque es vuestro sueldo, en recompensa de vuestro servicio en cuanto al Tabernáculo de Reunión.
Y en cualquiera ciudad o aldea adonde entrareis, averiguad solícitamente quién en ella sea digno: y permaneced allí hasta vuestra partida.
y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente un báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en su cinto;
Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos vestidos, comparta con el que no tiene ninguno; y el que tiene alimento, haga lo mismo.
Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos túnicas.
La capa que dejé en Troas con Carpo, tráemela, cuando vengas, y los libros, mayormente los pergaminos.
En seguida tomando su cayado en la mano, escogióse cinco piedras lisas del arroyo, las que metió en la bolsa, o zurrón de pastor que traía; y llevando su honda en la mano, fué acercándose al filisteo.
Entonces dijo Saúl a su mozo: Y bien, supuesto que nos vayamos, ¿qué llevaremos a ese hombre? porque ya se ha acabado el pan que había en nuestras alforjas, y no tenemos regalo alguno que llevar al varón de Dios: ¿qué tenemos?