que se sientan en los sepulcros, y tienen la noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;
Marcos 5:2 - Biblia Version Moderna (1929) Y saliendo él de la barca, en seguida le vino al encuentro, desde los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús bajó de la barca, un hombre poseído por un espíritu maligno salió de entre las tumbas a su encuentro. Biblia Católica (Latinoamericana) Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo. La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto desembarcó, en seguida vino a su encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído de un espíritu inmundo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas desembarcó, vino a su encuentro, saliendo de los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo Él de la barca, enseguida le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, |
que se sientan en los sepulcros, y tienen la noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;
Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo; el cual alzó la voz,
Y el espíritu inmundo, echándole en convulsiones, y clamando a gran voz, salió de él.
Y dijo a sus discípulos que una barquilla le asistiese de continuo, a causa del gentío, para que no le oprimiesen;
Y DE nuevo se puso a enseñar a la orilla del mar; y allegóse a él una inmensa multitud, de manera que entrando en una barca se sentó en el mar; y toda la multitud estaba en tierra junto a mar.
Y habiendo él despedido la multitud, los discípulos le tomaron así como estaba en la barca; y había también con él otras barquichuelas.
¶Y cuando Jesús hubo pasado otra vez en la barca al otro lado, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba a la orilla del mar.
el cual tenía su morada en los sepulcros; y ninguno le podía atar, ni aun con cadenas;
Porque habiendo oído hablar de él, una mujer, cuya hijita tenía un espíritu inmundo, vino, y cayó a sus pies.
Y habiendo salido a tierra, le vino al encuentro cierto hombre de aquella ciudad, que hacía mucho tiempo que tenía demonios, y no vestía ropa alguna, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
Pero en tanto que se acercaba el muchacho, el demonio le derribó, y arrojóle en convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho; y sedo volvió a su padre.