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Lucas 8:41 - Biblia Version Moderna (1929)

Y he aquí un hombre llamado Jairo, el cual era jefe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y un hombre llamado Jairo, líder de la sinagoga local, se acercó y cayó a los pies de Jesús mientras rogaba que lo acompañara a su casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En esto se presentó un hombre, llamado Jairo, que era dirigente de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y he aquí se presentó un varón cuyo nombre era Jairo, un principal de la sinagoga; y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que fuera a su casa,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, echándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y he aquí un varón llamado Jairo, que era príncipe de la sinagoga, vino, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;

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Lucas 8:41
15 Tagairtí Cros  

Mas el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hiciera curación en el sábado, respondió y dijo al pueblo: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos pues venid, y sed curados, y no en el día de sábado.


y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias. Y éste era samaritano.


Simón Pedro, pues, viendo esto, cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!


porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Pero mientras iba Jesús, el tropel de gente le apretaba.


¶Estando él aún hablando, viene uno de casa del jefe de la sinagoga, diciendo: Ya murió tu hija; no molestes al Maestro.


Marta entonces dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano.


Y después de la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.


Entonces todos ellos cogieron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron de golpes enfrente del tribunal: pero de nada de eso hizo caso Galión.


Y Crispo, jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los Corintios, al oír la palabra, creyeron, y fueron bautizados.


Y como Lidda estaba cerca de Joppe, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a suplicarle, diciendo: No te tardes en venir a nosotros.


¶Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, delante del Cordero, teniendo cada cual un arpa, y tazones de oro llenos de incienso, que son las oraciones de los santos.