Entonces ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo que ver contigo, oh varón de Dios? ¿has venido a mí para renovar la memoria de mi pecado, y para hacer morir a mi hijo?
Lucas 8:37 - Biblia Version Moderna (1929) Y toda la muchedumbre de la región de los Gadarenos en derredor, le rogaron que se retirase de ellos; porque se había apoderado de ellos un gran temor: y subiendo en la barca, él se volvió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. Biblia Nueva Traducción Viviente Y todos los habitantes de la región de los gerasenos le suplicaron a Jesús que se fuera y los dejara en paz, porque una gran ola de miedo se apoderó de ellos. Entonces Jesús regresó a la barca y se fue y cruzó nuevamente al otro lado del lago. Biblia Católica (Latinoamericana) Un miedo muy fuerte se apoderó de ellos y todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara.
Cuando Jesús subió a la barca para volver, La Biblia Textual 3a Edicion Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos° le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se volvió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió. |
Entonces ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo que ver contigo, oh varón de Dios? ¿has venido a mí para renovar la memoria de mi pecado, y para hacer morir a mi hijo?
Y, he aquí, toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y al verle, le rogaron que saliese de sus términos.
El que oye a vosotros, a mí me oye; y el que a vosotros os desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí desecha al que me envió.
Simón Pedro, pues, viendo esto, cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!
Mas cuando vió a Jesús, gritó, y cayó en tierra delante de él, y dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Ruégote no me atormentes!
También los que lo habían visto, les contaron cómo fué sanado el que había sido endemoniado.
Mas el hombre de quien habían salido los demonios, le rogaba le permitiese estar con él. Jesús empero la despidió, diciendo:
Y dondequiera que no os recibieren, al salir de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.
pues el Hijo del hombre no vino para perder las vidas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
y vinieron, y les suplicaron; y habiéndolos sacado fuera, les rogaron que partiesen de la ciudad.
Ahora bien, ¿por qué hemos de morir? pues nos consumirá este gran fuego. Si volvemos a oír la voz de Jehová nuestro Dios alguna vez más, entonces moriremos.
Por lo cual decían los hombres de Bet-semes: ¿Quién es capaz de estar en pie delante de Jehová, este Dios tan santo? ¿y a quién subirá desde nosotros?