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Lucas 23:22 - Biblia Version Moderna (1929)

Él entonces les dijo por tercera vez: Pues ¿qué mal ha hecho? ¡Ninguna cosa digna de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré!

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Biblia Reina Valera 1960

Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por tercera vez insistió Pilato: «¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? No encuentro ninguna razón para condenarlo a muerte. Lo haré azotar y luego lo soltaré».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por tercera vez les dijo: 'Pero ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Él entonces, les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal hizo éste? Ningún delito de muerte hallé en él. Después de azotarlo pues, lo soltaré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Insistió Pilato por tercera vez.'¿Pues qué mal ha hecho éste? Yo no he encontrado en él ningún delito de muerte; así que le daré un escarmiento y lo pondré en libertad'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Éste? No he hallado culpa de muerte en Él; le castigaré, pues, y le soltaré.

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Lucas 23:22
8 Tagairtí Cros  

les dijo: Vosotros me habéis traído a este hombre, como pervertidor del pueblo; y he aquí que yo, habiéndole examinado delante de vosotros, no he hallado en este hombre culpa alguna de aquellas de que le acusáis:


Por tanto le castigaré, y le soltaré:


Y Pilato volvió a hablarles, deseando soltar a Jesús.


Mas ellos clamaron a gritos: iCrucifícale! ¡crucifícale!


Mas ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado: y las voces de ellos y de los jefes de los sacerdotes prevalecieron.


Y Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a las turbas de gente: Ninguna culpa hallo en este hombre.


sino con preciosa sangre, la de Cristo, como de un cordero sin defecto e inmaculado,


Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;