para que ofreciesen holocaustos a Jehová sobre el altar del holocausto continuamente, por la mañana y por la tarde, y en toda ocasión prescrita en la ley de Jehová, que él había impuesto a Israel:
Levítico 9:17 - Biblia Version Moderna (1929) Después presentó la ofrenda vegetal; y tomando un puño lleno de ella, lo hizo consumir sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ofreció asimismo la ofrenda, y llenó de ella su mano, y la hizo quemar sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Nueva Traducción Viviente También presentó la ofrenda de grano y quemó un puñado de la mezcla de harina en el altar, además de la ofrenda quemada habitual de la mañana. Biblia Católica (Latinoamericana) Además presentó la oblación: tomando un puñado de ella, la quemó en el altar, encima del holocausto de la mañana. La Biblia Textual 3a Edicion Presentó asimismo la ofrenda vegetal, y llenando su mano, la hizo quemar sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez presentada la oblación, tomó un puñado de ella y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ofreció asimismo el presente, y llenó de él su mano, y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. |
para que ofreciesen holocaustos a Jehová sobre el altar del holocausto continuamente, por la mañana y por la tarde, y en toda ocasión prescrita en la ley de Jehová, que él había impuesto a Israel:
¶Envió también Salomón a Huram rey de Tiro, diciendo: Del mismo modo que hiciste con David mi padre, enviándole maderas de cedro para edificar una casa en que habitase, quiero que hagas así conmigo.
y los hijos de Aarón harán consumir esto en el altar, sobre el holocausto, que hubiere sobre la leña que está encima del fuego; es ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Y ACONTECIÓ en el día octavo que llamó Moisés a Aarón y a sus hijos, juntamente con los ancianos de Israel;
Jesús, pues, les dijo: En verdad, en verdad os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del hombre, y bebáis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
He sido 'crucificado' con Cristo; sin embargo vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí.