¶Asimismo respecto de cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que comiere cualquiera clase de sangre, yo pondré mi rostro contra aquella persona que comiere sangre, y la cortaré de en medio de su pueblo:
Porque todo aquel que comiere sebo de aquellos animales de los cuales se presentan ofrendas encendidas a Jehová, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.
¿de cuánto más severo castigo, pensáis, que será tenido por digno aquel que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha estimado como inmunda la sangre del pacto con que había sido consagrado al servicio de Dios, y ha hecho ultraje al Espíritu de gracia?
Entonces avisaron a Saúl, diciendo: He aquí que el pueblo peca contra Jehová, comiendo con sangre. Y él respondió: ¡Prevaricáis! rodadme acá ahora una piedra grande.