¡Privados de mi auxilio, se doblegan bajo el yugo de prisionero, o caen debajo de montones de muertos! ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!
Levítico 26:37 - Biblia Version Moderna (1929) Y tropezarán los unos contra los otros, como si huyeran delante de la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis hacer hincapié delante de vuestros enemigos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque nadie vaya tras de ustedes, tropezarán unos con otros, como si huyeran de una espada. No tendrán fuerza para hacerles frente a sus enemigos. Biblia Católica (Latinoamericana) Se atropellarán unos a otros como delante de la espada, aunque nadie los persiga. No se podrán tener en pie ante el enemigo. La Biblia Textual 3a Edicion Cada cual tropezará con su hermano, como huyendo ante la espada, sin que nadie los persiga, y no podréis oponer resistencia delante de vuestros enemigos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tropezarán los unos con los otros, como si huyeran de la espada, aunque nadie los persiga, y no podréis resistir a vuestros enemigos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tropezarán los unos en los otros, como si huyeran delante de la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. |
¡Privados de mi auxilio, se doblegan bajo el yugo de prisionero, o caen debajo de montones de muertos! ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!
Pues aunque hubiereis herido a todo el ejército de los Caldeos que pelea contra vosotros, de modo que no quedaren entre ellos sino hombres alanceados, se levantarán cada cual en su tienda, y quemarán a fuego esta ciudad.
Él hizo que muchos tropezasen; cayeron también uno sobre otro; y decían: ¡Levántate, y volvámonos a nuestro propio pueblo, y a la tierra de nuestro nacimiento, huyendo de delante de la espada vencedora!
Por tanto, así dice Jehová: He aquí que voy a poner tropiezos delante de este pueblo, sobre los cuales caerán juntos padres e hijos, el vecino también y el amigo; y perecerán.
Y pondré mi rostro contra vosotros, de modo que seréis heridos delante de vuestros enemigos, y os dominarán los que os aborrecen, y huiréis sin que nadie os persiga.
y de caballería que carga! ¡Se ve también el brillo de la espada, y el relampagueo de la lanza! y hay una multitud de muertos; montones de cadáveres; y no hay fin de los cuerpos muertos: tropiezan las gentes contra los cuerpos muertos.
No subáis, pues Jehová no está en medio de vosotros; para que no seáis heridos delante de vuestros enemigos.
Por eso se encendió la ira de Jehová contra Israel; y los entregó en mano de robadores que los saquearon, y los vendió en mano de sus enemigos de al derredor; de manera que no pudieron ya parar delante de sus enemigos.
Pues cuando tocaron las trescientas trompetas, Jehová puso la espada de cada cual contra su compañero, y esto por todo el campamento. Y huyó el ejército hasta Bet-sita de Cerera y hasta el borde de Abel-mehola, cerca de Tabata.
Y los Filisteos ordenaron la batalla contra Israel; y trabándose la pelea, fué batido Israel delante de los Filisteos; los cuales mataron de las tropas en el campo como cuatro mil hombres.