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Levítico 26:33 - Biblia Version Moderna (1929)

y a vosotros os esparciré entre las naciones,  y sacaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra será una desolación, y vuestras ciudades serán una soledad.

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Biblia Reina Valera 1960

y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los dispersaré entre las naciones y sacaré mi espada contra ustedes. Sus ciudades quedarán en ruinas y su tierra desolada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

A ustedes los desparramaré entre las ciudades y naciones; y los perseguiré con la espada. Sus tierras serán arruinadas y quedarán desiertas sus ciudades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y a vosotros os esparciré entre las naciones, y haré desenvainar la espada tras vosotros, y vuestra tierra será devastada, y vuestras ciudades desoladas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro país será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y yermas vuestras ciudades.

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Levítico 26:33
34 Tagairtí Cros  

¶Cuando pecaren contra ti (pues  no hay hombre que no peque), y tú te airares contra ellos, y los entregares en poder de sus enemigos, de modo que éstos los llevaren cautivos a la tierra del enemigo, sea lejos o cerca;


Y quemó la Casa de Jehová y la casa del rey; también quemó a fuego todas las casas de Jerusalem, y todos los palacios.


Pero si vosotros os apartareis, y dejareis mis estatutos y mis mandamientos que os he puesto delante, y fuereis y sirviereis a otros dioses, postrándoos delante de ellos,


Y ellos me contestaron: El resto que ha quedado de los del cautiverio, allá en la provincia de Judá, están en grande miseria y oprobio; también el muro de Jerusalem derribado está, y sus puertas quemadas a fuego.


Acuérdate, te ruego, de la promesa que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Vosotros os portaréis traidoramente, y yo os esparciré entre las naciones;


¶Entonces dijo Hamán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y disperso por entre todos los pueblos, en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diversas de las de todo otro pueblo, y ellos no cumplen las leyes del rey; de modo que al rey no le conviene sufrirlos.


y que haría caer su descendencia entre las naciones, y los esparciría por las tierras.


Nos entregas como ovejas destinadas para ser comidas; y nos esparces entre las naciones.


Vendes a tu pueblo de balde, y nada ganas con su precio.


Vuestra tierra está asolada, vuestras ciudades abrasadas a fuego; vuestro país, en vuestra misma presencia extraños lo devoran, y desolado está, como destruído por extraños.


Entonces yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió: Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa;


Por tanto los esparciré como la hojarasca, que pasa con el viento del desierto.


Y los entregaré al maltratamiento entre todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, rey de Judá, con motivo de lo que él hizo en Jerusalem.


Escuchad el oráculo de Jehová, oh naciones, anunciadlo también a las islas lejanas, y decid: El que esparció a Israel, le recogerá, le guardará, como el pastor a su grey.


Ya subió el león de su breñal, es decir, el asolador de las naciones; se ha puesto en marcha; partió de su lugar, para convertir tu tierra en una desolación: tus ciudades serán asoladas, hasta quedar sin habitante.


Y haré cesar en las ciudades de Judá, y por las calles de Jerusalem, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia: porque la tierra vendrá a ser una desolación.


Y la muerte será escogida antes que la vida por todo el resto que quedare de esta familia perversa; aquellos que quedaren en todos los lugares adonde los habré arrojado, dice Jehová de los Ejércitos.


Y los esparciré entre las naciones, que ni ellos ni sus padres han conocido; y enviaré en pos de ellos la espada, hasta que yo los haya consumido.


ALEPH.- ¡Cómo se sienta solitaria la ciudad que estaba llena de gente! ¡cómo ha venido a ser semejante a una viuda! aquella que era grande entre las naciones y princesa entre las provincias, ¡cómo ha sido hecha tributaria!


GUIMEL.- Judá ha ido en cautiverio a causa de aflicción y de dura servidumbre; habita entre los paganos, y no halla descanso; todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras.


SAMEC.- Las gentes clamaban acerca de ellos: ¡Apartaos! ¡inmundos son! ¡apartaos! ¡apartaos! ¡no les toquéis!  y cuando huyendo andaban errantes, aun entre los paganos se decía: ¡No han de demorar más aquí!


AYIN.- El rostro airado de Jehová los dividió; él no volverá a mirarlos más: pues no respetaron la persona de sacerdotes,  y a los ancianos no mostraron favor.


Y las ciudades, hoy día habitadas, serán asoladas, y la tierra vendrá a ser una desolación; y conoceréis que yo soy Jehová.


También les alcé mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría entre las tierras;


Pues te dispersaré entre las naciones, y te esparciré por entre las tierras, y consumiré tu inmundicia de en medio de ti.


Una tercera parte consumirás a fuego en medio de la ciudad, cuando hayas cumplido los días del sitio; y tomarás otra tercera parte y la herirás en derredor con espada; y esparcirás otra tercera parte al viento; y yo sacaré espada en pos de ellos.


Pues he aquí que ellos se han ido de una tierra desolada; Egipto los recogerá; Memfis les dará sepultura: las ortigas poseerán los lugares preciosos de su plata; crecerán espinos en sus habitaciones.


y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, de allí mandaré la espada, la cual los matará: y fijaré mis ojos sobre ellos para mal, y no para bien.


sino que los dispersaré, como con torbellino, por todas las naciones que no han conocido. Así en efecto, fué desolada la tierra tras de ellos, de manera que nadie pasaba ni volvía por ella: porque sus enemigos convirtieron la tierra deliciosa en un desierto.


Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.


Y os esparcirá Jehová entre las naciones, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde os llevará Jehová.


SANTIAGO, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.