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Levítico 23:17 - Biblia Version Moderna (1929)

De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida: de dos décimas de un efa de flor de harina, cada uno, serán; con levadura serán cocidos, por primicias a Jehová.

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Biblia Reina Valera 1960

De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Desde dondequiera que vivas, llevarás dos panes para ser levantados delante del Señor como ofrenda especial. Prepara cada uno de los panes con cuatro litros de harina selecta, y hornéalos con levadura. Serán una ofrenda al Señor de la primera de tus cosechas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Traerán de sus casas, para ofrecerlos, dos panes de dos décimas de flor de harina cocidos con levadura: éstas serán sus primicias para Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Desde vuestros asentamientos llevaréis dos panes de dos décimas de flor de harina horneados con levadura, como ofrenda mecida, como primicias a YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llevaréis de vuestras casas dos panes cocidos con levadura, cada uno de dos décimas de flor de harina, que ofreceréis con el rito del balanceo como primicias a Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová.

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Levítico 23:17
22 Tagairtí Cros  

y que traeríamos las primicias de nuestras harinas, y de nuestras ofrendas alzadas, y del fruto de todo árbol, y del vino, y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la Casa de nuestro Dios; así como el diezmo de nuestras tierras a los levitas, y que ellos, los levitas, cobrasen los diezmos en todas las ciudades de nuestras tierras de labor;


¶No tardarás en hacer la ofrenda de tus cosechas y de tus licores. Me darás el primogénito de tus hijos.


también la fiesta de la Siega de los primeros frutos de tus labores, de aquello que hubieres sembrado en el campo: y la fiesta de la Cosecha, al fin del año, cuando hayas cosechado el producto de tus labores del campo.


¶Los primeros frutos de tu tierra harás entrar en la Casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su misma madre.


¶Celebrarás también la fiesta de las Semanas; la de los primeros frutos de la siega de tus trigos. Asimismo la fiesta de la Cosecha de tus frutos, al fin del año.


¶Lo más precioso de los primeros frutos de tu tierra traerás a la Casa de Jehová tu Dios. ¶No cocerás el cabrito en la leche de su misma madre.


Como oblación de los primeros frutos, presentaréis tales ofrendas a Jehová; pero no han de ponerse sobre el altar como olor grato.


Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que os voy a dar, y segareis la mies de ella, traeréis una gavilla, por primicias de vuestra siega, al sacerdote;


Y juntamente con el pan presentaréis siete corderos del primer año, sin tacha, y un novillo joven y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con sus ofrendas vegetales y sus libaciones; ofrenda encendida de olor grato a Jehová.


Con tortas de pan fermentado presentará su oblación, además de su sacrificio de paces en acción de gracias.


¶Y habló Jehová a Moisés, diciendo:


Todo lo mejor del aceite, y todo lo mejor del vino y del trigo, las primicias de todas estas cosas que ellos dieren a Jehová, a ti las he dado.


Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en tu tierra, que ellos trajeren a Jehová, tuyos serán: toda persona limpia en tu casa podrá comer de ellos.


¶Asimismo en el día de los primeros frutos, cuando ofrecéis ofrenda vegetal nueva a Jehová, en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis una convocación santa; ningún trabajo servil haréis.


¶Otra Parábola les dijo:  El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la encubrió en tres medidas de harina, hasta que el todo se leudó.


Y no tan sólo así, sino que nosotros también, que tenemos las primicias del Espíritu, sí, nosotros mismos gemimos dentro de nosotros, aguardando la adopción, es decir, la redención de nuestro cuerpo.


¶Empero es el caso que Cristo ha sido resucitado de entre los muertos, siendo él primicias de los que durmieron.


De su propia voluntad él nos engendró, con la palabra de verdad, para que seamos nosotros, en cierto sentido, las primicias de sus criaturas.


Éstos son los que no fueron amancillados con mujeres; porque son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por doquiera que vaya. Éstos fueron rescatados de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero.