A más de esto, puso la escultura de la semejanza detestable que había hecho, en la Casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta Casa y en Jerusalem que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi Nombre para siempre.
Asimismo todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo se portaron muy deslealmente contra Dios, obrando según las abominaciones de los paganos; y contaminaron la Casa de Jehová, la cual él había santificado para sí en Jerusalem.
GUARDA tu pie cuando entres en la Casa de Dios, y acércate para escuchar su voluntad, más bien que para ofrecer el sacrificio de los insensatos, porque ellos no saben que hacen mal.
¡Al anciano, al joven, y a la doncella, y a los niños, y a las mujeres, matadlos, hasta exterminarlos! mas no os lleguéis a ninguno en quien esté la marca; ¡y comenzad desde mi Santuario! Comenzaron pues por los ancianos que estaban delante de la Casa.
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto mismo es lo que habló Jehová, diciendo: He de ser santificado por los que se me acercan, y delante de todo el pueblo seré tenido en honra. Y Aarón enmudeció.
¶De esta manera separaréis a los hijos de Israel de sus inmundicias, para que no mueran por sus inmundicias cuando contaminen mi Habitación que está en medio de ellos.
y dijo Jehová a Moisés: Manda a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el Santuario, del velo adentro, delante del Propiciatorio que está sobre el Arca, no sea que muera: porque yo apareceré en la nube encima del Propiciatorio.
¿y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? porque nosotros somos templo del Dios vivo: así como ha dicho Dios: Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Porque ha llegado el tiempo que comience el juicio desde la Casa de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?