Y dieron voces a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, y los conoceremos.
Levítico 18:22 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Ni con varón te acostarás del modo que uno se acuesta con mujer; es abominación. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Biblia Nueva Traducción Viviente »No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable. Biblia Católica (Latinoamericana) No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer: esto es una cosa abominable. La Biblia Textual 3a Edicion No te acostarás con varón como si fuera mujer. Es abominación.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te acostarás con un varón como quien se acuesta con una mujer; es cosa abominable. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te echarás con varón como con mujer; es abominación. |
Y dieron voces a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, y los conoceremos.
Y asimismo hubo sodomitas en el país: hicieron según todas las abominaciones de las naciones que desposeyó Jehová delante de los hijos de Israel.
Asimismo respecto del hombre que se acostare con varón, como uno se acuesta con mujer; ambos a dos han cometido abominación: serán muertos irremisiblemente: recaiga su sangre sobre ellos.
¿Acaso no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas,
No traerás la paga de ramera, ni el precio de tal perro, a la Casa de Jehová tu Dios, por ningún voto; porque una y otro son abominación a Jehová tu Dios.
para los fornicarios, para los sodomitas, para los que hurtan a hombres, para los mentirosos, para los perjuros, y para cualquiera otra cosa que haya contraria a la sana doctrina;
¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.
¶Ellos iban ya alegrando sus corazones, cuando, he aquí, unos hombres de la ciudad, hijos de Belial, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: ¡Saca fuera al hombre que vino a tu casa, y le conoceremos!