Pero Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá, diciendo: Un cardo que creció en el Líbano envió a un cedro que había en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer; y una fiera que había en el Líbano pasó, y pisoteó el cardo.
Jueces 9:15 - Biblia Version Moderna (1929) Mas la cambronera respondió así a los árboles: Si de buena fe vosotros vais a ungirme a mí por rey sobre vosotros, venid, refugiaos bajo mi sombra; y si no, salga de la cambronera fuego que devore los cedros del Líbano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano. Biblia Nueva Traducción Viviente Y el espino les respondió a los árboles: “Si realmente quieren que yo sea su rey, vengan a refugiarse bajo mi sombra. Si no, que salga fuego de mí y consuma los cedros del Líbano”». Biblia Católica (Latinoamericana) Y la zarza espinosa respondió a los árboles: 'Si realmente quieren hacerme rey y que los mande, vengan y quédense bajo mi sombra. Si no, saldrá fuego de la zarza espinosa y devorará hasta el cedro del Líbano. La Biblia Textual 3a Edicion Y la zarza dijo a los árboles: ¡Si en verdad queréis ungirme por rey sobre vosotros, venid a refugiaros bajo mi sombra! De lo contrario, saldrá fuego de la zarza y devorará los cedros del Líbano.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y la zarza respondió a los árboles: 'Si de verdad me queréis ungir para que reine sobre vosotros, venid a refugiaros bajo mi sombra; de lo contrario, saldrá fuego de la zarza y devorará los cedros del Líbano''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el escaramujo respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra; y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano. |
Pero Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá, diciendo: Un cardo que creció en el Líbano envió a un cedro que había en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer; y una fiera que había en el Líbano pasó, y pisoteó el cardo.
Los árboles de Jehová están llenos de vigor; los cedros del Líbano que él plantó.
La voz de Jehová quebranta los cedros, y Jehová ha hecho pedazos los cedros del Líbano;
Y vendrá a ser el fuerte como estopa, y su obra como la chispa; y arderán entrambos, y no habrá quien los apague.
y contra todos los cedros del Líbano, soberbios y ensalzados, y contra todas las encinas de Basán;
¡los que van descendiendo a Egipto, sin inquirir de mi boca, para guarecerse con la fortaleza de Faraón, y para confiar en la sombra de Egipto!
Por mano de tus siervos has vituperado al Señor, y has dicho: ¡Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de las montañas, a lo más inaccesibles del Líbano: cortaré pues sus altos cedros, y los más escogidos de sus abetos; alojaréme en sus más elevadas cumbres, el bosque de sus feraces campos!
RESH.- El aliento de nuestra vida, el ungido de Jehová, fué tomado en sus hoyos; de quien pensábamos que bajo su sombra hubiésemos de vivir entre los gentiles.
y fuego ha salido de las varas de sus ramas, que devora su fruto; y no le queda vara fuerte alguna que sirva para cetro de soberano! ¡Endecha es ésta, y servirá de endecha!
He aquí que el Asirio era como un cedro en el Líbano, de ramas hermosas, y de sombra espesa, y de encumbrada elevación; y su cúspide estaba entre las o nubes.
su follaje era hermoso, y su fruto abundante, y había en él alimento para todos; debajo de él hallaban abrigo las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo; y de él se alimentaba toda carne.
Volverán del cautiverio los que se sentaban bajo su sombra, serán revivificados como el trigo, y florecerán como la vid, y su renombre será como el del vino del Líbano.
Porque salió fuego de Hesbón, y una llama de la plaza fuerte de Sehón, que ha devorado a Ar de Moab, a los señores de las alturas del Arnón.
El cual a la verdad es la más pequeña entre todas las semillas; pero cuando ha crecido, es más grande que las hortalizas, y viene a ser árbol; de manera que vienen las aves del cielo, y posan en sus ramas.
Entonces dijeron todos los árboles a la cambronera: Ven tú, reina sobre nosotros.
Ahora pues, si de buena fe y con integridad habéis obrado en hacer rey a Abimelec; y si habéis hecho lo bueno para con Jerobaal, y para con su casa; y si conforme al merecimiento de sus manos os habéis portado con él;
Pero si no, salga de Abimelec fuego que devore a los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte; y salga fuego de los vecinos de Siquem y de la Casa-fuerte, que devore a Abimelec.
En seguida Abimelec y los de la compañía que con él estaba se lanzaron con ímpetu, e hicieron parada a la entrada de la puerta de la ciudad, en tanto que las otras dos compañías se arrojaron sobre todos los que estaban en el campo, y los mataron.
En efecto, cortó también toda la gente sendas ramas, y siguiendo tras Abimelec, las colocaron junto a la Casa-alta, y con ellas pegaron fuego a la Casa-alta; por manera que murió también toda la gente de la torre de Siquem; como mil hombres y mujeres.