Estos pues son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, según sus generaciones: El primogénito de Ismael, Nebayot; Cedar también, y Adbeel, y Mibsam,
Jueces 8:6 - Biblia Version Moderna (1929) Pero los principales de Sucot le contestaron: ¿Acaso los puños de Zeba y Zalmuna están ya en tu mano, para que demos pan a tu tropa? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los líderes de Sucot le respondieron: —Primero captura a Zeba y a Zalmuna, y después alimentaremos a tu ejército. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los ancianos de Sucot le respondieron: '¿Ya les has atado las manos a Zebaj y a Salmuna? ¿Cómo quieres que demos pan a tus hombres?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los gobernantes de Sucot le respondieron: ¿Está ya en tu poder la mano° de Zeba y Zalmuna, para que demos pan a tu tropa? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero los príncipes de Suot respondieron. '¿Acaso tienes ya en tu poder a Zébaj y a Salmuná, para que tengamos que dar pan a tu ejército?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los principales de Sucot respondieron: ¿Está ya la mano de Zeba y Zalmuna en tu mano, para que tengamos que dar pan a tu ejército? |
Estos pues son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, según sus generaciones: El primogénito de Ismael, Nebayot; Cedar también, y Adbeel, y Mibsam,
En seguida se sentaron a comer pan: mas levantando los ojos, miraron, y he aquí una caravana de Ismaelitas, que venían de Galaad; y sus camellos traían especias y bálsamos y resinas, que llevaban a Egipto:
de manera que mientras pasaban los mercaderes Mádianitas, ellos sacaron a José alzándole de la cisterna; y vendieron a José a los Ismaelitas, por veinte piezas de plata: y llevaron a José a Egipto.
A lo que respondió el rey de Israel, diciendo: Decidle: No se alabe el que se ciñe las armas, como el que se las desciñe.
Pero Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá, diciendo: Un cardo que creció en el Líbano envió a un cedro que había en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer; y una fiera que había en el Líbano pasó, y pisoteó el cardo.
porque todos buscan lo suyo propio, no las cosas que son de Jesucristo.
¡Maldecid a Meroz, dice el Ángel de Jehová, maldecid amargamente a los habitantes de ella; porque no acudieron en ayuda de Jehová, en ayuda de Jehová contra los poderosos!
Llegando pues Gedeón a los hombres de Sucot, les dijo: ¡He ahí a Zeba y Zalmuna! de quienes me zaheristeis, diciendo: ¿Acaso los puños de Zeba y Zalmuna están ya en tu mano, para que demos pan a tus hombres cansados?
Y dijo a los hombres de Sucot: Dadme, os ruego, panes para la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y Zalmuna, reyes de Madián.