Y acontecerá en aquel día que sonará la gran trompeta; y vendrán los que habían sido perdidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados en la tierra de Egipto; y adorarán a Jehová en Jerusalem, el Monte Santo.
Jueces 7:20 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces las tres compañías tocaron las trompetas, y rompieron los cántaros: luego con la mano izquierda asieron las teas encendidas, y con la derecha las trompetas que tocaban, y gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida los tres grupos tocaron juntos los cuernos y rompieron las vasijas. Con la mano izquierda sostenían la antorcha ardiente, y en la mano derecha llevaban el cuerno, y todos gritaban: «¡Una espada por el Señor y también por Gedeón!». Biblia Católica (Latinoamericana) Inmediatamente los tres grupos tocaron el cuerno y rompieron los cántaros. Tomaron las antorchas con la mano izquierda sin dejar de tocar el cuerno que sostenían en la mano derecha, y gritaban: '¡Espada para Yavé y Gedeón!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces, los tres escuadrones hicieron resonar los shofar, quebraron los cántaros, y tomando con su mano izquierda las antorchas y con su diestra el shofar para hacerlo resonar, clamaron: ¡Espada de YHVH y de Gedeón! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los tres grupos hicieron sonar las trompetas y rompieron los cántaros; y tomando las teas con la mano izquierda y las trompetas con la derecha, las hacían sonar y gritaban: '¡La espada, por Yahveh y por Gedeón!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la mano derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón! |
Y acontecerá en aquel día que sonará la gran trompeta; y vendrán los que habían sido perdidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados en la tierra de Egipto; y adorarán a Jehová en Jerusalem, el Monte Santo.
¡oh espada de Jehová! ¿hasta cuándo no descansarás? ¡Vuélvete a tu vaina, descansa, y estáte quieta!
en un momento, en un abrir de ojos, al sonar la última trompeta: porque sonará la trompeta, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos mudados.
¶Empero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la soberana grandeza del poder sea de Dios, y no de nosotros.
porque el Señor mismo descenderá del cielo con mandato soberano, con la voz del arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero;
Por fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín; por medio del cual se le dió testimonio de que era justo, atestiguando Dios respecto de sus dones; y por medio de ella, estando muerto, aún habla.
Y aconteció que a la séptima vez tocaron los sacerdotes las trompetas, y dijo Josué al pueblo: ¡Gritad, pues Jehová os ha dado la ciudad!
¶Entonces el pueblo levantó el grito, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas; pues sucedió que cuando el pueblo oyó el sonido de la trompeta, el pueblo levantó el grito con grande algazara; y cayó el muro a plomo, y subió el pueblo a la ciudad, cada uno en derechura de sí, y tomaron la ciudad.
Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de jubileo delante del Arca. Mas en el día séptimo daréis la vuelta a la ciudad siete veces, tocando los sacerdotes las trompetas.
Y también haré lo posible para que podáis en todo tiempo, después de mi partida, conservar memoria de estas cosas.
¶Vino pues Gedeón, y los cien hombres que consigo tenía, al extremo del campamento, al principio de la vela de la media noche, apenas hubieron renovado las centinelas; y tocaron las trompetas, y rompieron los cántaros que traían en la mano.
Y se quedaron en pie, cada uno en su puesto a la redonda del campamento: entonces todo el ejército echó a correr, gritando y huyendo.
Y aconteció al día siguiente que Saúl dispuso el pueblo en tres cuerpos de ejército, los cuales entraron en medio del campamento enemigo a la vela de la mañana, e hirieron a los Ammonitas hasta el calor del día: y el resto fué disperso, de tal modo que no quedaron de ellos dos juntos.