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Jueces 5:5 - Biblia Version Moderna (1929)

¡Temblaron las montañas a la presencia de Jehová, aquel Sinaí mismo, a la presencia de Jehová, el Dios de Israel!

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Biblia Reina Valera 1960

Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las montañas temblaron ante la presencia del Señor, Dios del monte Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los montes se estremecieron al paso de Yavé, al paso de Yavé, el Dios de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Temblaron los montes delante de YHVH, Aquel mismo Sinay, ante la presencia de YHVH, Dios de Israel.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Derritiéronse los montes delante de Yahveh, delante de Yahveh, Dios de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Las montañas se derritieron delante de Jehová, aun aquel Sinaí, delante de Jehová, el Dios de Israel.

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Jueces 5:5
14 Tagairtí Cros  

el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca los montes, y humean.


las montañas saltaron como carneros, los collados como corderos.


tembló la tierra; los cielos también vertieron aguas a la presencia de Dios, y aquel Sinaí conmovióse a la presencia de Dios, el Dios de Israel!


Lluvia de beneficios derramaste, oh Dios: cuando tu herencia estaba cansada, tú la reanimaste.


¡Montañas se derriten como cera delante de Jehová, delante del Señor de toda la tierra!


Y el monte Sinaí estaba humeando todo él, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y subía su humo como humo de un horno; y todo el monte temblaba en gran manera.


¶Y todo el pueblo estaba observando los truenos, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron y pusiéronse de lejos;


Nosotros hemos venido a ser como aquellos que tú jamás señoreaste, como los que nunca fueron llamados de tu nombre.


Las montañas se estremecen delante de él, y los collados se derriten; asimismo la tierra se conmueve ante su presencia, el mundo también, y cuantos habitan en él.


¡Te ven las montañas, y se retuercen en angustia, pasa una inundación de aguas: el abismo da su voz levanta en alto sus manos.


¶Porque no os habéis acercado a un monte palpable y que ardía en fuego, y a obscuridad y tinieblas y tempestad,