Él derrama el desprecio sobre los príncipes, y los hace andar perdidos en un desierto sin camino;
Jueces 4:17 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Sísara empero huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber cineo: porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber cineo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, Sísara corrió hasta la carpa de Jael, la esposa de Heber, el ceneo, porque la familia de Heber tenía amistad con el rey Jabín, de Hazor. Biblia Católica (Latinoamericana) Sísera había huido a pie hasta la tienda de Yael, mujer de Jeber el quenita, porque reinaba la paz entre Yabin, rey de Hasor, y Jeber el quenita. La Biblia Textual 3a Edicion Sísara, pues, había huido a pie hasta la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo, porque había paz entre Yabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues había paz entre Yabin, rey de Jasor y la casa de Jéber, el quenita. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, esposa de Heber cineo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el cineo. |
Él derrama el desprecio sobre los príncipes, y los hace andar perdidos en un desierto sin camino;
¡Sea su mesa delante de ellos una red tendida, y lo que hubiera de ser para bienestar, séales un lazo!
El orgullo del hombre le humillará, pero aquel que es de espíritu humilde alcanzará la honra.
Además el más esforzado de corazón entre los valientes huirá desnudo en aquel día, dice Jehová.
Mas Barac siguió el alcance de los carros y del ejército hasta Haroset de las Naciones; y cayó todo el ejército de Sísara a filo de espada, hasta no quedar ni uno.
Entonces salió Jael al encuentro de Sísara, y le dijo: ¡Entra, señor mío, entra aquí; no tengas temor! Volvióse pues a donde ella estaba, dentro de la tienda; y ella le tapó con una colcha.
¡Bendita sobre todas las mujeres sea Jael mujer de Heber cineo, sobre las mujeres, moradoras en tiendas, sea ella bendita!
En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, estuvieron desiertos los caminos; los viandantes por veredas torcidas caminaron.