Y fué así que como él la viese, rasgó sus vestidos, y le dijo: ¡Ay de mí, hija mía! me has abatido por completo; y tú has venido a ser del número de los que me tienen turbado; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré volver atrás.
Jueces 21:18 - Biblia Version Moderna (1929) Nosotros empero no podemos darles mujeres de nuestras hijas: por cuanto habían jurado los hijos de Israel, diciendo: ¡Maldito aquel que diere mujer a benjamita! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no podemos darles a nuestras hijas en matrimonio porque hemos jurado solemnemente que quien lo haga caerá bajo la maldición de Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo no podemos darles nuestras hijas en matrimonio ya que los israelitas hicieron este juramento: 'Sea maldito el que dé su hija a Benjamín'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero nosotros no podemos darles mujeres de entre nuestras hijas. (Por cuanto los hijos de Israel se habían juramentado, diciendo: ¡Maldito quien dé mujer a Benjamín!) Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero nosotros no podemos darles nuestras hijas por esposas, porque los israelitas han jurado diciendo: '¡Maldito el que entregue una mujer a Benjamín!''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero nosotros no les podemos dar esposas de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere esposa a los de Benjamín. |
Y fué así que como él la viese, rasgó sus vestidos, y le dijo: ¡Ay de mí, hija mía! me has abatido por completo; y tú has venido a ser del número de los que me tienen turbado; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré volver atrás.
PERO los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a benjamita por mujer.
Y dijeron: Ha de haber herencia para los que han escapado de Benjamín, para que no sea borrada una tribu de en medio de Israel.
Y será que cuando vinieren a nosotros los padres de ellas, o sus hermanos, para demandárnoslas en juicio, les diremos: Hacednos la merced de concederlas a nosotros; pues que no tomamos para cada cual su mujer en la guerra: pues no se las disteis vosotros, para que ahora tuvieseis pecado.