Le dijo además: También tenemos paja, y asimismo forraje en abundancia, y lugar donde posar.
Jueces 19:19 - Biblia Version Moderna (1929) Sin embargo hay paja y forraje para nuestros asnos, así como pan y vino para mí y para tu sierva, y para el mozo que va con tus siervos; no nos hace falta ninguna cosa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nosotros tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. Biblia Nueva Traducción Viviente aunque traemos todo lo que necesitamos. Tenemos paja y forraje para nuestros burros, y bastante pan y vino para nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Tengo sin embargo paja y forraje para nuestros burros, pan y vino para mí, para mi mujer y para mi sirviente. No nos falta nada'. La Biblia Textual 3a Edicion Tenemos paja y forraje para nuestros asnos, así como pan y vino para mí y para tu sierva y para el criado que va con tu siervo. Nada nos hace falta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenemos paja y forraje para nuestros asnos; y también pan y vino para mí, para tu sierva y para el criado que acompaña a tu siervo; no nos falta de nada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) aunque nosotros tenemos paja y de comer para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. |
Le dijo además: También tenemos paja, y asimismo forraje en abundancia, y lugar donde posar.
No volváis a dar paja al pueblo como antes, para hacer ladrillos; vayan ellos y recojan para sí la paja.
Pedro pues os llamó dentro, y los hospedó. ¶Y al otro día, se levantó, y partió con ellos; y ciertos hermanos de los de Joppe le acompañaron.
Y cuando fué bautizada, y su casa también, nos rogó, diciendo: Si me habéis juzgado ser fiel al Señor, entrad en mi casa, y morad allí. Y nos obligó.
Ellos estaban ya junto a Jebus, cuando se les iba acabando el día; por lo cual el mozo dijo a su amo: Ven, te ruego, y desviémonos hacia aquella ciudad de los Jebuseos, para alojarnos en ella.
A lo que respondió: De paso estamos de Bet-lehem de Judá a lo más adentro de la serranía de Efraim, de donde soy: y me fuí a Bet-lehem de Judá; mas ahora voy a la Casa de Jehová; y no hay hombre que me acoja en su casa.