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Jueces 18:15 - Biblia Version Moderna (1929)

Por lo cual se desviaron hacia allá, y llegaron a la vivienda del joven levita, en casa de Mica, y le preguntaron por su salud.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando llegaron allá, vinieron a la casa del joven levita, en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces los cinco hombres se desviaron del camino y fueron hasta la casa de Micaía, donde vivía el joven levita, y lo saludaron amablemente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dieron una vuelta y entraron en la casa de Micá. Allí estaba el joven levita a quien saludaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y se desviaron hacia allá, y entrando en la casa del joven levita, en casa de Micah, le saludaron pacíficamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dirigiéronse allá, llegaron a la casa del joven levita, a la casa de Micá, y le dieron el saludo de paz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y llegándose allá, vinieron a la casa del joven levita en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba.

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Jueces 18:15
10 Tagairtí Cros  

Y él dijo: Ruégote vayas y veas cómo estan tus hermanos, y cómo se halla el ganado; y tráeme la respuesta. Así le envió desde el valle de Hebrón, y él fué a Siquem.


Y él les preguntó por su salud, y dijo: ¿Está bueno vuestro padre, el anciano de quien me hablasteis? ¿vive todavía?


Ruégote que vayas corriendo a recibirla, y le dirás: ¿Te va bien a ti? ¿le va bien a tu marido? ¿le va bien al niño? Y ella contestó: ¡Bien!


La paz os dejo; mi paz os doy: no según da el mundo, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni se acobarde.


Entonces tomaron la palabra aquellos cinco hombres que habían ido a explorar la tierra de Laís, y dijeron a sus hermanos: ¿Sabéis acaso que hay en aquellas casas un efod, e ídolos domésticos, y una imagen de escultura y otra de fundición? Ahora pues, considerad lo que debáis hacer.


Entre tanto los seiscientos hombres que había de los hijos de Dan, ceñidos de sus armas de guerra, se colocaron a la entrada de la puerta.


Y estos diez quesos los llevarás al jefe de su mil; y mira por la salud de tus hermanos, y toma alguna prenda de ellos.


cuando David, arrojando el equipaje de sobre sí, dejándolo en mano del guarda de los equipajes, corrió al ejército, y llegando, saludó a sus hermanos.