Dios nuestro, ¿no los juzgarás tú? pues nosotros no tenemos poder alguno contra esta gran muchedumbre que viene contra nosotros; y no sabemos qué hacer: mas nuestros ojos están puestos en ti.
Jueces 16:28 - Biblia Version Moderna (1929) Clamó entonces Samsón a Jehová, y dijo: ¡Jehová, Señor, acuérdate de mí, yo te ruego, y dame esfuerzo, ruégote, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez me vengue de los Filisteos por mis dos ojos! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Sansón oró al Señor: «Señor Soberano, acuérdate de mí otra vez. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas solo una vez más. Con un solo golpe, déjame vengarme de los filisteos por la pérdida de mis dos ojos». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Sansón invocó a Yavé y le dijo: '¡Por favor, Señor Yavé! Acuérdate de mí y dame fuerza por última vez. ¡Quisiera hacerles pagar a los filisteos mis dos ojos de un solo golpe!' La Biblia Textual 3a Edicion Sansón entonces invocó a YHVH y exclamó: ¡YHVH Señor mío, te ruego que te acuerdes de mí! ¡Dame fuerza sólo esta vez, oh ’Elohim, para que con una sola venganza me vengue de los filisteos por mis dos ojos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sansón invocó a Yahveh y exclamó: '¡Señor mío, Yahveh, acuérdate de mí y dame fuerzas sólo por esta vez, oh Dios, para que yo pueda de una vez vengarme de los filisteos por lo de mis ojos!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Sansón clamó a Jehová, y dijo: Oh Señor Jehová, te ruego que te acuerdes de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos, por mis dos ojos. |
Dios nuestro, ¿no los juzgarás tú? pues nosotros no tenemos poder alguno contra esta gran muchedumbre que viene contra nosotros; y no sabemos qué hacer: mas nuestros ojos están puestos en ti.
¡Levántate, oh Jehová! ¡oh Dios, alza tu mano! ¡no te olvides de los afligidos!
E invoqué el nombre de Jehová, diciendo: ¡Ruégote, oh Jehová, que libres mi alma!
y por tu misericordia cortarás a mis enemigos, y destruirás a todos los adversarios de mi alma; porque soy siervo tuyo.
y clama a mí en el día de angustia; yo te libraré, y tú me glorificarás!
Él clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; le libraré, y le glorificaré;
¡Oh Jehová, tú lo sabes todo! ¡Acuérdate de mí, y visítame, y hazme justicia de mis perseguidores; no me dejes arrebatar, en tu longanimidad para con mis enemigos! ¡sabe que por tu causa yo he llevado afrenta!
Cuando mi alma desfallece dentro de mí, acuérdome de Jehová; y entra mi oración delante de ti, en tu santo Templo.
¶Alejandro el calderero me hizo mucho mal: el Señor se lo recompensará conforme a sus obras.
¶¿Y qué más diré? porque me faltará el tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Samsón, y de Jefté, de David también, y de Samuel, y de los profetas;
y clamaban a gran voz: ¿Hasta cuándo, oh Soberano nuestro, el fiel y el verdadero no juzgas y tomas venganza de nuestra sangre, en los que habitan sobre la tierra?
Mas tuvo una grandísima sed, y clamó a Jehová, diciendo: Tú has dado por mano de tu siervo esta tan grande salvación, ¿y ahora acaso tengo que morir de sed, o caer en mano de estos incircuncisos?
Y la casa estaba llena de hombres y mujeres; hallábanse allí también todos los príncipes de los Filisteos; y sobre las azoteas había como tres mil hombres y mujeres, que miraban en tanto que Samsón los divertía.
En seguida Samsón se abrazó de las dos columnas de en medio, sobre las cuales se sustentaba la casa, apoyándose sobre ellas, de la una con su mano derecha, y de la otra con la izquierda.
¡Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová! ¡Mas los que te aman sean como el sol cuando sale en su fuerza!¶ Y la tierra descansó cuarenta años.