Entonces, acercándose el tribuno, le prendió, y mandóle atar con dos cadenas; y preguntó quién era, y qué había hecho.
Jueces 15:13 - Biblia Version Moderna (1929) Y ellos le hablaron, diciendo: No hay que temer; pues tan sólo te ataremos y te entregaremos en mano de ellos, pero de ninguna manera te mataremos nosotros. Le ataron pues con dos sogas nuevas, y le hicieron subir del peñón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. Biblia Nueva Traducción Viviente —Nosotros solo te amarraremos y te entregaremos a los filisteos —respondieron ellos—. No te mataremos. Así que lo amarraron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la roca. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos respondieron: 'No, sólo vamos a apresarte y a entregarte a ellos; pero no te mataremos'. Lo amarraron entonces con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de los Roqueríos de Etam. La Biblia Textual 3a Edicion Y ellos le respondieron, diciendo: No, tan solo te ataremos y te entregaremos en mano de ellos, pero de seguro no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo hicieron subir de la peña. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos le respondieron: 'De ningún modo; sólo te ataremos y te entregaremos en sus manos. Pero matarte, no te mataremos'. Lo ataron, pues, con dos cordeles nuevos y le sacaron de la roca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos le respondieron, diciendo: No, solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. |
Entonces, acercándose el tribuno, le prendió, y mandóle atar con dos cadenas; y preguntó quién era, y qué había hecho.
Y le dijeron: Hemos descendido para amarrarte, a fin de entregarte en mano de los Filisteos. Entonces les dijo Samsón: Juradme que no me acometeréis vosotros mismos.
Él iba llegando a Lehí, cuando los Filisteos alzaron el grito, corriendo a su encuentro. Y arrebatóle el Espíritu de Jehová, de modo que las sogas que estaban sobre sus brazos vinieron a ser como el lino que ha sido quemado del fuego; así se deshicieron las ligaduras de sobre sus manos.
A lo cual le contestó: Si me ataren fuertemente con sogas nuevas, con las que nunca se haya hecho uso alguno, entonces seré débil y vendré a ser como cualquiera de los hombres.