Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jueces 14:8 - Biblia Version Moderna (1929)

¶Y volviendo después de algún tiempo para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo del león: y he aquí una colmena de abejas dentro del cuerpo del león, y miel.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Más tarde, cuando volvió a Timna para la boda, se apartó del camino para ver el cadáver del león. Y encontró un enjambre de abejas que había hecho miel en los restos del animal.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al cabo de un tiempo volvió a Timná para llevársela. Dio un rodeo para ver el cadáver del león: en el cuerpo del león había un enjambre de abejas con miel.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y después de algunos días, volvió para tomarla, y se desvió para ver el esqueleto del león, y he aquí, en los restos° del león una colmena de abejas con miel.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Días después, cuando volvía para casarse con ella, se apartó del camino para ver el cadáver del león; y observó que había en el cuerpo del león un enjambre de abejas y miel.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león, y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jueces 14:8
5 Tagairtí Cros  

Entonces dijo Jacob a Labán; Dame mi mujer, que se han cumplido los días, y me llegaré a ella.


¿Has hallado miel? come sólo cuanto te baste; no sea que te ahites con ella, y la vomites.


Pero mientras él pensaba en esto, he aquí, un ángel del Señor le apareció en sueños, diciendo: José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María tu mujer; porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.


Descendió pues, y habló con la mujer; y era ella perfecta en los ojos de Samsón.


Y apoderándose de ella, la tomó en sus manos, y siguió andando y comiendo hasta que alcanzó a su padre y su madre, a quienes dió de ella; y ellos comieron: pero no les dijo que del cuerpo del león él había arrancado aquella miel.