Y ésta es la vida eterna, que te conozcan a ti solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.
Juan 12:50 - Biblia Version Moderna (1929) Y yo sé que su mandamiento es vida eterna: todo cuanto digo, pues, según el Padre me ha dicho, así hablo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho. Biblia Nueva Traducción Viviente Y sé que sus mandatos llevan a la vida eterna; por eso digo todo lo que el Padre me indica que diga». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo sé que su mandato es vida eterna, y yo entrego mi mensaje tal como me lo mandó el Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Y sé que su mandamiento es vida eterna.° Por tanto, lo que Yo hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y yo sé bien que este mandato suyo es vida eterna. Por eso, las cosas que yo hablo, las hablo tal y como el Padre me las ha dicho'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sé que su mandamiento es vida eterna; así que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo. |
Y ésta es la vida eterna, que te conozcan a ti solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.
éstas empero han sido escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
¶Jesús, pues, respondió y les dijo: En verdad, en verdad os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque cuanto éste hace, esto hace el Hijo también de igual manera.
Es el espíritu el que da vida, la carne de nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado espíritu y vida son.
Respondióle Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? ¡tú tienes las palabras de vida eterna:
Jesús, entonces, les dijo: Cuando hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que no hago nada de mí mismo, mas digo estas cosas, según me enseñó el Padre.
Profeta les he de levantar, de en medio de sus hermanos, semejante a ti; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo cuanto yo le mandare.
Sin embargo, para esto fuí recibido a misericordia, para que en mí, el primero, Jesucristo mostrase toda su extremada paciencia, como ejemplo para los que después hubiesen de creer en él para vida eterna.
Y ésta es la promesa que él nos ha prometido, es a saber, la vida eterna.
Sabemos empero que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para que conozcamos a aquel que es verdadero; y nosotros estamos en el que es verdadero, es decir, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna.