Bíobla ar líne

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An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Josué 21:16 - Biblia Version Moderna (1929)

y Ayin con sus ejidos, y Juta con sus ejidos, y Bet-semes con sus ejidos: nueve ciudades de entre aquellas dos tribus.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Aín con sus ejidos, Juta con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Aín, Juta y Bet-semes; nueve ciudades de parte de esas dos tribus.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Asán y sus pastizales, Yuta y sus pastizales y Betsemés y sus pastizales: nueve ciudades en estas tribus.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ain con su pastizal, Yuta con su pastizal, y Bet-semes con su pastizal: nueve ciudades de esas dos tribus.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ayín, Yutá y Bet Semes con sus pastizales: nueve ciudades de estas tribus.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

a Aín con sus ejidos, a Juta con sus ejidos, y a Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus.

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Josué 21:16
10 Tagairtí Cros  

Ben-dequer, en Macaz y en Saal-bim, y Bet-semes y Elón-bet-hanán:


Y sus aldeas fueron Etam, y Ain, Rimón, y Toquén, y Asán; cinco ciudades;


y Asán con sus ejidos, y Betsemes con sus ejidos.


Por lo cual salió Joás rey de Israel: y se vieron las caras, él y Amasías rey de Judá, en Bet-semes, que pertenecía a Judá.


Entonces la línea daba la vuelta desde Baalá hacia el oeste, al monte Seir, y pasaba por el lado del monte Jearim (el cual es Kesalón), por el lado del norte, y bajaba a Bet-semes, y pasaba a Timna.


y Lebaot, y Silhim, y Ayin, y Rimón: todas las ciudades, veinte y nueve, con sus aldeas.


Las vacas entonces tomando la vía recta por el camino de Bet-semes, seguían un mismo camino, andando y mugiendo; mas sin apartarse a diestra ni a siniestra: y los príncipes de los Filisteos siguieron tras ellas hasta el confín de Bet-semes.


Y estaréis a la mira: si, por el camino de su propio territorio, subiere a Bet-semes, entonces él nos ha hecho este gran mal; mas sino, sabremos que no es su mano la que nos ha herido; es un acaso que nos ha sucedido.