Todo lo que Jehová quiere, lo hace en los cielos, en la tierra, en los mares, y en todos los abismos.
Jonás 1:4 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Pero Jehová envió al mar un viento recio, con lo que se levantó una gran tempestad en el mar; de suerte que la nave estaba a pique de naufragar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento sobre el mar, el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con despedazar el barco. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé envió un fuerte viento sobre el mar, causando una tempestad tan grande que el barco amenazaba hundirse. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH mandó un viento impetuoso sobre el mar, y se alzó una gran tempestad en el mar, de manera que la nave estaba a punto de romperse. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Yahveh desencadenó sobre el mar un viento huracanado y se formó en el mar una borrasca tan violenta que la nave estaba a punto de naufragar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y se hizo una tan gran tempestad en el mar, que se pensó se rompería la nave. |
Todo lo que Jehová quiere, lo hace en los cielos, en la tierra, en los mares, y en todos los abismos.
Él hace subir los vapores desde los cabos de la tierra, hace los relámpagos para la lluvia, y saca el viento de sus tesoros.
fuego y granizo, nieve y vapor; viento tempestuoso que cumple su palabra;
Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto; y Jehová trajo un viento oriental sobre el país, todo aquel día y toda aquella noche. Y cuando vino la mañana, el viento oriental trajo la langosta.
Entonces Jehová hizo tornar un viento occidental muy fuerte, que alzando la langosta, la echó en el Mar Rojo; y no quedó ni una langosta en todos los términos de Egipto.
¶Extendió pues Moisés la mano sobre el mar, y Jehová hizo que el mar se retirase por un viento oriental muy fuerte que sopló toda aquella noche; de modo que se tornó el mar en seco, y fueron divididas las aguas.
Tú empero soplaste con tu viento; cubriólos el mar: ¡hundiéronse como plomo en las poderosas aguas!
Al dar su voz, hay un tumulto de aguas en los cielos; eleva también los vapores desde los extremos de la tierra; hace los relámpagos para la lluvia, y saca de sus tesoros el viento.
Porque he aquí que él es quien formó las montañas, y creó el viento, y anunció al hombre lo que es su pensamiento; el cual convierte la aurora en tinieblas, y anda sobre las alturas de la tierra; Jehová, el Dios de los Ejércitos, es su nombre.
¶Entonces salió un viento de parte de Jehová, que arrebató codornices desde el Mar Rojo, y las dejó caer sobre el campamento, como espacio de un día de camino de ésta parte, y como espacio de un día de camino de aquélla parte del campamento; y volaban como a dos codos de altura sobre la superficie de la tierra.