Y cuando volvió Rubén a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna; y él rasgó sus vestidos;
Jeremías 48:37 - Biblia Version Moderna (1929) Porque toda cabeza está calva, y toda barba cortada; también en todas las manos hay sajaduras, y sobre todos los lomos, saco. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque toda cabeza será rapada, y toda barba raída; sobre toda mano habrá rasguños, y cilicio sobre todo lomo. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente se rapa la cabeza y se afeita la barba en señal de luto. Se hacen cortaduras en las manos y se ponen ropa de tela áspera. Biblia Católica (Latinoamericana) Sí, todas las cabezas están rapadas; todas las barbas, cortadas; todas las manos están llenas de cortaduras, y todos se han vestido con sacos. La Biblia Textual 3a Edicion Toda cabeza está rapada, y toda barba raída. Sobre toda mano hay sajaduras, y sobre todo lomo cilicio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sí; todas las cabezas están decalvadas y todas las barbas rapadas; hay incisiones en todas las manos, y sacos en todas las cinturas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque toda cabeza será rapada, y toda barba será raída; sobre toda mano habrá rasguños, y cilicio sobre todo lomo. |
Y cuando volvió Rubén a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna; y él rasgó sus vestidos;
Y rasgó Jacob sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y lamentóse a causa de su hijo muchos días.
En efecto, ellos gritaban a grandes voces, y sajábanse, según su costumbre, con cuchillos y lancetas, hasta chorrear la sangre sobre ellos.
Y sucedió que cuando oyó Acab estas palabras, rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y se acostó en cilicio, y andaba callado.
Y sucedió que cuando oyó el rey las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos; y como iba pasando sobre el muro, vió el pueblo que, he aquí, traía saco interiormente sobre sus carnes.
Por lo cual, tomando Hanún a los siervos de David, los rapó, y cortóles los vestidos por en medio, hasta las caderas, y los despachó así.
en ese mismo tiempo habló Jehová por conducto de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Véte, suelta el saco de sobre tus lomos, y quítate el calzado de tus pies. Y él lo hizo así, andando desnudo y descalzo.
Y acontecerá que en lugar de perfume habrá hedor; y en lugar de cinturón, una soga; y en lugar de cabellos rizados, calvez; y en lugar de ropa ancha, ceñimiento de saco; y quemadura en lugar de hermosura.
Y ACONTECIÓ que como lo oyese el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, y cubriéndose de saco, entró en la Casa de Jehová.
Así grandes como pequeños morirán en esta tierra: no serán sepultados; y nadie los lamentará, ni se sajará por ellos; ni por ellos se hará calvez:
que vinieron unos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rasgados los vestidos, y que tenían sajadas las carnes, los cuales traían consigo ofrendas y olíbano, llevándolos a la Casa de Jehová.
La calvicie ha sobrevenido a Gaza; Ascalón, débil resto de su valle, está reducida a silencio: ¿hasta cuándo te sajarás?
¡Prorrumpe en alaridos, oh Hesbón, porque Ar está desolada! ¡clamad, oh hijas de Rabbá; ceñíos de saco, lamentaos; corred de aquí para allá por entre los vallados! porque Malcam irá en cautiverio, juntamente con sus sacerdotes y sus príncipes.
y por ti se harán calvez, y se ceñirán de saco, y te llorarán con amargura de alma, con amarguísimos plañidos;
Hijo del hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia, ha hecho servir a su ejército un servicio arduo contra Tiro; toda cabeza ha quedado calva, y todo hombro pelado; sin embargo, no ha tenido, ni él ni su ejército, sus pagas de Tiro, por el servicio que ha servido contra ella.
Y ellos se ceñirán de saco; el horror también les cubrirá; y en todas las caras habrá vergüenza, y en todas sus cabezas peladura.
¶Ni tampoco haréis sajaduras en vuestra carne, a causa de muerto; ni imprimáis en vuestra carne dibujo alguno hecho a punzón. Yo Jehová.
Convertiré también vuestros fiestas en llanto, y todos vuestras cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y peladura sobre todas las cabezas; y pondré la tierra de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura.
¡Hazte calvez, y ráete la cabeza, a causa de los hijos de tu deleite; ensancha tu calvez como el buitre; porque se te han ido en cautiverio!
Y todo el tiempo, de noche y de día, iba dando voces por las montañas, y en los sepulcros, y cortándose con piedras.
Y daré autoridad a mis dos testigos, los cuales profetizarán mil doscientos sesenta días, vestidos de sacos.