Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 4:10 - Biblia Version Moderna (1929)

(Dije yo entonces: ¡Ah Jehová, Señor! ciertamente has del todo engañado a este pueblo y a Jerusalem, diciendo: ¡Tendréis paz! en tanto que la espada alcanza ya hasta el alma.)

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces dije: «Oh Señor Soberano, el pueblo ha sido engañado por lo que dijiste, porque prometiste paz para Jerusalén. ¡Sin embargo, la espada está en su cuello!».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y dirán: '¡Ah, Señor Yavé! ¡Mira cómo nos has engañado, cuando afirmabas: Ustedes vivirán en paz; mientras que ahora estamos con la espada al cuello!'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

(Dije yo entonces: ¡Ah, Adonay YHVH!, ciertamente permitiste° que este pueblo y Jerusalem fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello.)

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Diré entonces: '¡Ah, Señor Yahveh!'. De verdad has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando decías: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dije: ¡Ay, Señor Jehová! verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 4:10
21 Tagairtí Cros  

Entonces volvióse Moisés a Jehová y dijo: Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿a qué intento me has enviado?


Porque en esta ocasión voy a enviar todas mis plagas sobre tu corazón, y sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, para que sepas que ninguno hay como yo en toda la tierra.


que dicen a los videntes: ¡No veáis! y a los profetas: ¡No profeticéis para nosotros cosas rectas! ¡habladnos cosas suaves, profetizadnos engaños!


Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por mi propia causa, y por amor de David mi siervo.


¿Por qué, oh Jehová, nos permites errar de tus caminos, y endurecer nuestro corazón contra tu temor? ¡Vuélvete a causa de tus siervos, las tribus de tu herencia!


Mas yo contesté: ¡Ay Jehová, Señor! ¡he aquí que no sé hablar, porque soy niño!


Dicen de continuo a los que me desprecian: ¡Jehová ha dicho: Tendréis paz! y a cada uno que anda en la dureza de su corazón le dicen: ¡Ningún mal vendrá sobre vosotros!


¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; y no hay cosa alguna que sea demasiado difícil para ti;


Tus caminos y tus hechos te han procurado estas cosas; esto es el fruto de tu maldad; ¡ciertamente que es amargo; ciertamente alcanza hasta tu corazón!


Han renegado de Jehová, y han dicho: ¡No hay tal Jehová! ¡ni vendrá sobre nosotros la calamidad; ni tampoco veremos espada ni hambre!


Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.


Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.


SHIN.- Muchachos y ancianos están tendidos por tierra en las calles; mis doncellas y mis mancebos han caído a espada: los has muerto en el día de tu ira; has degollado, sin tener piedad.


Y aconteció que mientras yo profetizaba, Pelatías hijo de Benaya murió: y yo caí sobre mi rostro, y clamé con voz grande, diciendo: ¡Ah, Jehová, Señor! ¿tú vas a acabar con el residuo de Israel?


¶Por lo cual, los entregó Dios, en las concupiscencias de sus corazones, a inmundicia, para que deshonrasen sus mismos cuerpos entre sí;


¶A causa de esto, los entregó Dios a pasiones viles: pues hasta sus mujeres cambiaron el uso natural en lo que es contra naturaleza;


¶Y como no quisieron tener a Dios en su conocimiento, los entregó Dios a un ánimo réprobo, para hacer tosas que no convienen;