Por manera que llevó cautivo a Babilonia a Joaquín, y a la madre del rey, y a las mujeres del rey, y a sus eunucos, y a la gente válida del país; a todos los llevó en cautiverio de Jerusalem a Babilonia.
Jeremías 38:7 - Biblia Version Moderna (1929) Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el etíope Ebed-melec, un importante funcionario de la corte, se enteró de que Jeremías estaba en la cisterna. En ese momento el rey estaba en sesión junto a la puerta de Benjamín, Biblia Católica (Latinoamericana) Pero un oficial del palacio, el etíope Abdemalec, oyó decir que habían echado a Jeremías en el pozo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero un etíope llamado Ebed-melec, eunuco del palacio real, supo que habían puesto a Jeremías en la cisterna; y estando sentado el rey en la puerta de Benjamín, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El cusita Ebedmélec, eunuco residente en el palacio real, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. El rey se encontraba entonces en la puerta de Benjamín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Ebedmelec, el etíope, uno de los eunucos que estaba en casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, |
Por manera que llevó cautivo a Babilonia a Joaquín, y a la madre del rey, y a las mujeres del rey, y a sus eunucos, y a la gente válida del país; a todos los llevó en cautiverio de Jerusalem a Babilonia.
Príncipes vendrán de Egipto: Etiopía, con vehemente deseo, extenderá sus manos hacia Dios.
Los hombres sanguinarios aborrecen al que es perfecto; y en cuanto a los rectos, procuran quitarles la vida.
Y el hijo de tierra extraña que se ha unido a Jehová, no hable, diciendo: ¡Jehová me separa totalmente de su pueblo! ni diga el eunuco: ¡He aquí que yo soy un árbol seco!
¿Puede acaso el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? entonces podréis vosotros también obrar bien, que estáis habituados a obrar mal.
Entonces Pasur hirió al profeta Jeremías, y le puso en el cepo que había en la puerta superior de Benjamín, que estaba en la Casa de Jehová.
¶Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: Este hombre no es digno de muerte; puesto que nos ha hablado en el nombre de Jehová nuestro Dios.
(después que hubieron salido de Jerusalem Jeconías el rey, y la reina madre, y los eunucos, y los príncipes de Judá y de Jerusalem, con los artesanos y los herreros);
es a saber, los príncipes de Judá, y los príncipes de Jerusalem, y los eunucos, y los sacerdotes, y todo el pueblo del país, los cuales pasaron por en medio de las partes separadas del becerro.
Y estando en la puerta de Benjamín, había allí un capitán de los guardas, que se llamaba Irías, hijo de Selemías, hijo de Hananías; el cual prendió al profeta Jeremías, diciendo: ¡Tú vas a desertar a los Caldeos!
Ebed-melec pues salió de la casa del rey y habló con el rey, diciendo:
¡Mas ay! ¡ellos aborrecen al que reprende en la puerta, y tienen abominado al que habla rectamente!
Y todo el país será convertido en llanura, desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalem; pero ésta quedará elevada, y será habitada en su antiguo sitio, desde la puerta de Benjamín, hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Hanael hasta el Lagar del Rey.
su padre y su madre echarán mano de él, y le sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta de su lugar,
El tal pues huirá a cualquiera de estas ciudades, y se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad, y declarará en oídos de los ancianos de aquella ciudad su causa; y ellos le acogerán a sí dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite en medio de ellos.