Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 36:16 - Biblia Version Moderna (1929)

Y aconteció que cuando oyeron todas las palabras, se miraron espantados unos a otros; y dijeron a Baruc: Seguramente hemos de dar parte al rey de todas estas palabras.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando oyeron todos los mensajes, se miraron unos a otros asustados. —Tenemos que contarle al rey lo que hemos oído —le dijeron a Baruc—,

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando oyeron todos estos discursos, se miraron uno al otro muy asustados y dijeron a Baruc: 'Tenemos que dar a conocer al rey todo esto.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y sucedió que cuando hubieron oído todas aquellas palabras, se miraron unos a otros azorados, y dijeron a Baruc: De seguro le referiremos al rey todas estas palabras.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros asustados y dijeron a Baruc: 'Daremos cuenta exacta al rey de todas estas cosas'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció que cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 36:16
7 Tagairtí Cros  

Y sucedió que como oyese el rey las palabras del Libro de la Ley, rasgó sus vestidos.


Di al rey y a la reina madre: ¡Humillaos, sentaos en tierra! porque han descendido vuestras tocas, la corona de vuestra gloria.


Acerca de los profetas. Quebrantado está mi corazón dentro de mí, y se estremecen todos mis huesos; he venido a ser como un ebrio, como un hombre vencido del vino; a causa de Jehová, y a causa de sus santas palabras.


Así no tuvieron temor, y no rasgaron sus vestidos, ni el rey, ni ninguno de sus siervos que habían oído todas aquellas palabras: