¡Vive Jehová tu Dios! que no hay nación o reino adonde no haya enviado mi señor a buscarte; y cuando decían: No está; exigía juramento a aquel reino, o a aquella nación, de que no te podían hallar.
Jeremías 26:21 - Biblia Version Moderna (1929) y cuando el rey Joaquim, y todos los hombres valerosos y todos los, príncipes oyeron sus palabras, el rey procuraba darle muerte; mas lo supo Urías, y tuvo temor, y huyó y se fué a Egipto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y oyeron sus palabras el rey Joacim y todos sus grandes, y todos sus príncipes, y el rey procuró matarle; entendiendo lo cual Urías, tuvo temor, y huyó a Egipto. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el rey Joacim junto con los oficiales militares y los demás funcionarios escucharon lo que dijo, el rey envió a alguien para matarlo. Sin embargo, Urías se enteró del plan y escapó a Egipto atemorizado. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Joaquim, con todos sus oficiales y magistrados, al oír sus palabras, trató de darle muerte. Al tener noticia de eso, Urías, aterrorizado, huyó a Egipto. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando el rey Joacim y todos sus poderosos y todos los príncipes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo, pero cuando Urías se enteró, tuvo temor y huyó a Egipto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando Joaquín, todos sus guerreros y todos los príncipes tuvieron noticia de sus palabras, el rey trató de darle muerte. Al enterarse Urías tuvo miedo, huyó y se refugió en Egipto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando el rey Joacim, y todos sus hombres valientes, y todos sus príncipes, oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo; lo cual oyendo Urías, tuvo temor, y huyó, y se fue a Egipto: |
¡Vive Jehová tu Dios! que no hay nación o reino adonde no haya enviado mi señor a buscarte; y cuando decían: No está; exigía juramento a aquel reino, o a aquella nación, de que no te podían hallar.
Y airóse Asa contra el vidente y le echó en una cárcel; porque estaba enojado con él a causa de esto: y Asa maltrató a varios del pueblo en ese tiempo.
Y ellos conspiraron contra él, y le mataron a pedradas, por mandato del rey, en el atrio de la Casa de Jehová.
Mi vida está de continuo en mi mano; pero no me he olvidado de tu ley.
El temor del hombre trae un lazo; mas el que confía en Jehová será puesto en alto.
¶Y cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la Casa de Jehová, y se sentaron a la entrada de la puerta Nueva de la Casa de Jehová.
Entonces mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, y a Seraya hijo de Azriel, y a Selemías hijo de Abdeel, que prendiesen a Baruc escriba, y a Jeremías profeta; pero los escondió Jehová.
Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal.
Cuando, pues, os persiguieren en una ciudad, huíd a otra; porque en verdad os digo que no acabaréis de andarlas ciudades de Israel, hasta que venga el Hijo del hombre.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero al alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir así el alma como el cuerpo en el infierno.
El que halla su vida la perderá; y el que perdiere su vida por mi causa, la hallará.
Y queriendo él matarle, temía al pueblo; porque todos tenían a Juan por profeta.