Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Jeremías 23:18 - Biblia Version Moderna (1929) Pues ¿cuál de ellos ha estado en la privanza de Jehová, para que viese y oyese su palabra? ¿Quién en efecto ha escuchado su palabra y la ha oído? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? Biblia Nueva Traducción Viviente »¿Ha estado alguno de estos profetas en la presencia del Señor para escuchar lo que en realidad dice? ¿Acaso alguno de ellos se ha interesado lo suficiente como para escuchar? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero, ¿quién de ellos ha asistido a una reunión con Yavé? ¿Quién ha visto y oído su palabra? ¿Quién se ha fijado en sus palabras para transmitirlas? La Biblia Textual 3a Edicion Pero, ¿cuál de ellos ha estado en el consejo de YHVH Para percibir y oír su palabra?, ¿Quién de ellos ha oído su palabra y la ha escuchado? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ¿quién asistió al consejo de Yahveh? ¿Quién vio y oyó su palabra? ¿Quién atendió a su palabra y la escuchó? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? |
Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya una bofetada, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
¿Habrá acaso quién enseñe a Dios la ciencia, siendo él quien juzga a los seres excelsos?
La privanza de Jehová es con los que le temen, y su pacto, para hacerles conocer su voluntad.
Mas si ellos hubieran estado en mi privanza, habrían hecho que mi pueblo oyese mis palabras, y los hubieran hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
Seguramente Jehová el Señor no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
Ya no os llamo siervos; porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos; porque todo cuanto he oído de parte de mi Padre, os lo he dado a conocer.
Porque¿Quién ha conocido la mente del Señor, para que le enseñe? Nosotros empero tenemos la mente de Cristo.