Di al rey y a la reina madre: ¡Humillaos, sentaos en tierra! porque han descendido vuestras tocas, la corona de vuestra gloria.
Jeremías 17:20 - Biblia Version Moderna (1929) y diles: ¡Oíd el oráculo de Jehová, oh reyes de Judá, y Judá todo, con todos los habitantes de Jerusalem, que entran por estas puertas! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas. Biblia Nueva Traducción Viviente Dile a todo el pueblo: “Escuchen este mensaje del Señor, ustedes reyes de Judá y ustedes, habitantes de Judá y todos los que viven en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) y dirás: Escuchen la palabra de Yavé, ustedes reyes de Judá, y también ustedes que habitan en Jerusalén y pasan por estas puertas: La Biblia Textual 3a Edicion y diles: Oíd el oráculo de YHVH, oh reyes de Judá, y Judá todo, con todos los habitantes de Jerusalem que entráis por estas puertas: Biblia Serafín de Ausejo 1975 y diles: 'Escuchad la palabra de Yahveh, reyes de Judá, todo Judá y habitantes todos de Jerusalén que entráis por estas puertas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas. |
Di al rey y a la reina madre: ¡Humillaos, sentaos en tierra! porque han descendido vuestras tocas, la corona de vuestra gloria.
Así me dijo Jehová: Vé y ponte de pie en la puerta de los hijos de este pueblo, por donde entran los reyes de Judá, y por donde salen; y también en todas las puertas de Jerusalem;
Dirás pues: ¡Oíd el oráculo de Jehová, oh reyes de Judá, y vosotros los habitantes de Jerusalem! Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a traer un mal sobre este lugar, tal así que a cualquiera que lo oyere le retiñirán los oídos:
porque me han dejado, y me han enajenado este lugar, quemando incienso en él a otros dioses que ellos no conocieron, ni sus padres, ni los reyes de Judá: y han llenado este lugar de la sangre de hombres inocentes;
dirás pues: Oye el oráculo de Jehová, oh rey de Judá; que te sientas sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas.
Y les hablarás mis palabras, ora que oigan, ora que dejen de oír; porque muy rebeldes son.
Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; por tanto oirás de mi boca la palabra, y les amonestarás de mi parte.
¡OÍD esto, oh sacerdotes! ¡escuchad también, los de la casa de Israel; y los de la casa del rey, prestad oído; porque este juicio es para vosotros! puesto que vosotros habéis sido un lazo en Mizpa, y una red tendida sobre el Tabor.
ESCUCHAD esta palabra, oh vacas de Basán, las que estáis en el monte de Samaria, las que oprimís a los desvalidos, las que quebrantáis a los necesitados, las que decís a vuestros señores: Traed vino, para que bebamos.
TAMBIÉN dije: ¡Oíd, os ruego, cabezas de Jacob, y magistrados de la casa de Israel! ¿Acaso no os toca a vosotros conocer lo que es justo;