ENTONCES Atalia, madre de Ocozías, viendo que era muerto su hijo, levantóse y destruyó a toda la estirpe real.
Isaías 3:12 - Biblia Version Moderna (1929) En cuanto a mi pueblo, muchachos son sus opresores, y mujeres los rigen. ¡Oh pueblo mío, tus guías te hacen errar, y pervierten la carrera de tus sendas! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos. Biblia Nueva Traducción Viviente Líderes inmaduros oprimen a mi pueblo, y las mujeres lo gobiernan. Oh pueblo mío, tus líderes te engañan; te llevan por el camino equivocado. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé se instala en su tribunal,
y se pone de pie para juzgar a su pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Los opresores de mi pueblo son muchachos,° Y las mujeres° se enseñorean de él. ¡Oh pueblo mío, los que te conducen te hacen errar, Y enmarañan el trazado de tus sendas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A mi pueblo lo esquilma un chiquillo, mujeres lo dominan. Pueblo mío, tus guías te engañan, la ruta de tus sendas embrollan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos. |
ENTONCES Atalia, madre de Ocozías, viendo que era muerto su hijo, levantóse y destruyó a toda la estirpe real.
¡Atajan mi senda, adelantan mi caída, hombres que no tienen quien les abone!
El príncipe falto de entendimiento es también un gran opresor; mas aquel que aborrece las ganancias injustas prolongará sus días.
¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un niño, y tus príncipes hacen comidas por la mañana!
Jehová ha mezclado en medio de ella espíritu de vértigo; de modo que sus guías han hecho errar a Egipto en todo cuanto hace; a la manera que un borracho tambalea en su vómito.
Así dice Jehová, el Señor tuyo, y tu Dios que defiende la causa de su pueblo: He aquí que he quitado de tu mano la copa de vértigo, la honda y anchurosa copa de mi ardiente ira; tú no la volverás más a beber;
Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos, y mi pueblo quiere que sea así; ¿y qué haréis en el final de ello?
Así dice Jehová respecto de los profetas que hacen errar a mi pueblo, los que mientras muerden con los dientes, claman: ¡Paz! y a aquel que no les mete algo en la boca, le declaran solemne guerra:
He aquí que tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra están abiertas a tus enemigos de par en par; el fuego devora las barras de tus puertas.
Dejadlos: son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
¶Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos contra los hombres; pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que van entrando.