Es verdad que no así ha cumplido mi casa para con Dios: él empero ha hecho conmigo un pacto eterno, bien arreglado en todo y seguro; el cual es toda mi salvación y todo mi placer: ¿pues no lo hará florecer?
Isaías 26:8 - Biblia Version Moderna (1929) También en la vía de tus juicios, oh Dios, te hemos esperado; el deseo de nuestra alma ha sido hacia tu Nombre y hacia tu memorial. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Biblia Nueva Traducción Viviente Señor, mostramos nuestra confianza en ti al obedecer tus leyes; el deseo de nuestro corazón es glorificar tu nombre. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ah, Yavé!, tú sabes que sólo buscamos el camino de tus preceptos.
Tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma. La Biblia Textual 3a Edicion Oh YHVH, en la senda de tus juicios te esperamos, Tu Nombre y tu memoria son el anhelo del alma. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sí, en la vereda de tus juicios te esperamos, Yahveh; tu nombre y tu recuerdo son el anhelo del alma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. |
Es verdad que no así ha cumplido mi casa para con Dios: él empero ha hecho conmigo un pacto eterno, bien arreglado en todo y seguro; el cual es toda mi salvación y todo mi placer: ¿pues no lo hará florecer?
¡Dichosos aquellos que guardan la equidad, y el que obra justicia en todo tiempo!
¡Yo espero a Jehová, mi alma espera, y en su promesa tengo puesta mi esperanza!
Sedienta está mi alma de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
¿A quién tengo en el cielo sino a ti? y comparado contigo nada quiero en la tierra.
¡Mi alma suspira y aun desfallece por los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne claman por el Dios vivo!
Y volvió Dios a decir a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: JEHOVÁ, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y este es mi memorial de siglo en siglo.
Yo os conjuro, ¡oh hijas de Jerusalem! si hallareis a mi amado- ¿qué le diréis? ¡Decidle que yo desfallezco de amor!
Y diréis en aquel día: ¡Dad gracias a Jehová; proclamad su nombre; dad a conocer entre los pueblos sus obras grandiosas; haced recordar que es enaltecido su Nombre!
¡Por tanto, en las regiones orientales glorificad a Jehová, en las islas del mar ensalzad el nombre de Jehová, el Dios de Israel!
¡JEHOVÁ, Dios mío eres! ¡te ensalzaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas! ¡tus consejos, desde lejanos tiempos, son fieles y verdaderos!
Y se dirá en aquel día: ¡He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos esperado, y él nos salvará! ¡éste es Jehová, le hemos esperado; estaremos alegres, y nos regocijaremos en su salvación!
Jehová, Dios nuestro, otros señores fuera de ti nos han señoreado; mas ahora, de ti solo y de tu Nombre haremos mención.
Por tanto, Jehová esperará para mostraros favor, y por tanto, se levantará para apiadarse de vosotros; porque Dios justo es Jehová: bienaventurados son todos los que le esperan.
¡Jehová, ten misericordia de nosotros! a ti te hemos esperado; ¡sé tú el sostén de los oprimidos cada mañana, la salvación nuestra también en el tiempo de apretura!
Y reyes serán tus padres adoptivos, y sus reinas tus amas de leche; rostro a tierra, tus enemigos se inclinarán ante ti, y lamerán el polvo de tus pies; y tú conocerás que yo soy Jehová; pues no serán avergonzados los que me esperan.
¡Estadme atentos, oh pueblo mío, y prestadme oídos, oh nación mía! porque de mí procederá una ley, y estableceré mi ordenanza para luz de los pueblos.
ASÍ dice Jehová: Guardad el derecho y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para ser revelada.
Porque todos los pueblos andan cada cual en el nombre de su dios; ¡y nosotros andaremos en el nombre de Jehová, el Dios nuestro, para siempre y eternamente!
Yo empero miraré hacia Jehová, esperaré en el Dios de mi salvación; oiráme el Dios mío.
¡Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, a que yo le prescribí en Horeb, para todo Israel; mis estatutos y mis leyes!
¶Estos son los mandamientos y las leyes que prescribió Jehová, por conducto de Moisés, a los hijos de Israel, en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensiblemente en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
Y estando reunido con ellos, les mandó que no partiesen de Jerusalem, sino que esperasen allí la promesa del Padre, la cual (así decía), habéis oído de mí.
Y el Señor encamine vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.