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Isaías 1:5 - Biblia Version Moderna (1929)

¿Por qué querréis ser castigados aún, para que sigáis rebelándoos más y más? la cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido;

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Biblia Reina Valera 1960

¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Por qué buscar más castigo? ¿Se rebelarán para siempre? Tienen la cabeza herida y el corazón angustiado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Dónde quieren que les pegue ahora, ya que siguen rebeldes? Tienen toda la cabeza dolorida, el corazón entero apenado,

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Dónde° seguiros hiriendo si os seguís rebelando? Toda la cabeza está enferma, y el corazón, agotado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Dónde golpearos aún si seguís rebelándoos? Toda la cabeza está enferma, todo el corazón extenuado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Para qué habéis de ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

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Isaías 1:5
25 Tagairtí Cros  

Entonces el rey volvió a enviar un tercer capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta. Mas subió el tercer capitán de cincuenta, y llegado que hubo, hincóse de rodillas ante Elías, y rogóle les tuviese piedad, diciéndole: ¡Oh varón de Dios, ruégote que mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos, sea preciosa en tu vista!


Pero en el tiempo de su mayor apuro se portó más y más traidoramente contra Jehová este mismo rey Acaz:


Y nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no han guardado tu ley, ni escuchado tus mandamientos, ni tus testimonios, con que testificaste contra ellos.


tus príncipes son rebeldes y camaradas de ladrones; cada uno de ellos ama el cohecho y corre tras las dádivas: al huérfano no hacen justicia, ni llega a ellos la querella de la viuda.


¡Volveos a Aquel de quien se han rebelado con profundo intento los hijos de Israel!


Y no dirá más el habitante: Estoy enfermo; al pueblo que mora en ella le habrá sido perdonada su iniquidad.


Pero el pueblo no se vuelve al que le hiere, ni buscan a Jehová de los Ejércitos.


Manasés devorará a Efraim, y Efraim a Manasés; y ellos juntos estarán contra Judá. ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!


¿Puede acaso el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? entonces podréis vosotros también obrar bien, que estáis habituados a obrar mal.


Engañoso es el corazón más que a todas las cosas y es desesperadamente malo; ¿quién podrá conocerlo?


En vano he castigado a vuestros hijos; pues no reciben la corrección: vuestra misma espada ha devorado a vuestros profetas, como un león asolador.


¶Entonces respondieron a Jeremías todos los hombres que conocían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, y todas las mujeres que estaban allí presentes (de las cuales había una gran muchedumbre), es decir, todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto y en Patros, diciendo:


¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.


Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos, y mi pueblo quiere que sea así; ¿y qué haréis en el final de ello?


Me iré a los grandes, y hablaré con ellos; porque ellos, sí, conocen el camino de Jehová, la ley de su Dios. Mas veo que éstos todos a una han quebrado el yugo, han roto las coyundas.


Y doblan sus lenguas, como arco suyo, para arrojar mentiras; son valientes en la tierra, mas no para la verdad; pues proceden de maldad en maldad, y no me conocen a mí, dice Jehová.


Por esto está abatido nuestro corazón, y a causa de estas cosas se han entenebrecido nuestros ojos;


En tu suciedad hay execrable lascivia: por cuanto yo te limpiaba, mas tú no fuiste limpiada, por tanto tu inmundicia no se limpiará más, hasta que yo haya desahogado mi indignación en ti.


Buscaré las perdidas, y haré volver al redil las descarriadas, y vendaré las perniquebradas, y corroboraré las enfermas: mas a las gordas y fuertes destruiré; a éstas las apacentaré con castigo.


A las débiles no habéis corroborado, a las enfermas no habéis curado, a las perniquebradas no habéis vendado, a las dispersas no habéis hecho tomar al redil, a las perdidas no habéis buscado; sino que con fuerza las habéis regido, y con rigor.