Él es sabio de corazón y poderoso en fuerzas; ¿quién jamás endurecióse contra el que le fuese bien?
Hechos 9:5 - Biblia Version Moderna (1929) Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor respondió: ¡Yo soy Jesús, a quien tú persigues! [¡dura cosa te es dar coces contra el aguijón! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. Biblia Católica (Latinoamericana) Preguntó él: '¿Quién eres tú, Señor?' Y él respondió: 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues. La Biblia Textual 3a Edicion Contestó: ¿Quién eres, Señor? Y Él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él dijo: '¿Quién eres, Señor?'. Y él: 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra los aguijones. |
Él es sabio de corazón y poderoso en fuerzas; ¿quién jamás endurecióse contra el que le fuese bien?
Besad al Hijo, no sea que se enoje, y perezcáis en el camino; porque pronto se encenderá su ira. Bienaventurados son todos los que confian en él.
¡Ay de aquel que contiende con su Hacedor! (¡un tiesto de entre los tiestos de barro!) ¿Dirá acaso el barro al alfarero: qué haces? ¿o tu obra dirá de ti: no tiene manos?
A lo que dijo Pedro: De ninguna manera Señor; porque nunca he comido cosa común o inmunda.
Y habiendo todos nosotros caído en tierra, oí una voz que me decía en lengua hebrea: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues? ¡dura cosa te es dar coces contra el aguijón!
¶Yo en verdad pensaba conmigo mismo que debía hacer muchas cosas contrarias al nombre de Jesús Nazareno;
mas si es de Dios, no la podréis destruir: dejadlos pues, no sea que os halléis peleando contra Dios.
y caído a tierra, oyó una voz que le decía: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues?
Y él, temblando y atónito, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:] Levántate, y entra en la ciudad, y allí te será dicho lo que debas hacer.
Mas engordóse Jesurún, y dió coces; (engordástete, engrosástete, cubrístete de gordura) ; entonces desechó a Dios su Hacedor, y menospreció la Roca de su salvación.
¶No que yo haya recibido el premio, o haya sido ya perfeccionado: mas sigo adelante, por si pueda echar mano de aquello en atención a lo cual Cristo Jesús también echó mano de mí.
a mí, que antes había sido blasfemo y perseguidor e injuriador: mas fuí recibido a misericordia, por cuanto lo hice ignorantemente, en incredulidad;