No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.
Hechos 4:4 - Biblia Version Moderna (1929) Muchos, sin embargo, de los que habían oído la palabra, creyeron; y vino a ser el número de los hombres como cinco mil. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero muchos de los que habían oído el mensaje lo creyeron, así que el número de hombres creyentes ascendió a un total aproximado de cinco mil. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero muchos de los que habían oído la Palabra creyeron, y su número llegó a unos cinco mil hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Pero muchos de los que oyeron la palabra creyeron, y el total de los hombres fue cinco mil. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero muchos de los que oyeron el discurso abrazaron la fe y llegó su número, contando sólo los hombres, a unos cinco mil. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero muchos de los que habían oído la palabra creyeron; y el número de los varones era como cinco mil. |
No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.
Dice uno: ¡Solamente en Jehová tengo justicia y fuerza! a él vendrán los hombres, y serán avergonzados todos los que se enojan contra él.
Por tanto yo le daré porción con los grandes, y con los poderosos repartirá los despojos; por cuanto derramó su alma hasta la muerte, y con los transgresores fué contado: y él mismo llevó el pecado de muchos, y por los transgresores intercedió.
En verdad, en verdad os digo: A menos que el grano de trigo caiga en tierra y muera, queda solo; mas si muere, lleva mucho fruto.
Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía a la Iglesia los salvados, de día en día.